Black Lotus Capítulo 12

 Gracias por los comentarios *-* Os queremos~ *Les hacen un corazón entre las dos con los brazos*

 

Chanyeol paseaba por la terraza del hotel, disfrutando de la suave brisa que había aquella mañana. Su móvil empezó a sonar, sacándole del momento de relax del que estaba disfrutando, pero al ver el nombre de aquella persona no le importó.
-Buenos días, Baekhyun.- Contestó con una gran sonrisa.
-Chanyeol… ¿Quieres desayunar conmigo? Como en los viejos tiempos…- Esas palabras hicieron que el corazón del alto brincara emocionado y que su sonrisa no desapareciera.
-Por supuesto.-Contestó.-Lo echaba de menos…- Escuchó su risa al otro lado, algo que le pareció música a sus oídos.
-Estoy en la cafetería del frente, te espero.-Cortó la llamada e inmediatamente fue al encuentro de su amigo, cuando llegó se encontró con una refinada dulcería, con un cartel negro y adornos dorados, lo encontró al final de una fila de mesas y sillones. Caminó hacia él y vio que ya había pedido por los dos.
-Gracias…-Susurró al ver que estaba justo lo que más le gustaba, le encantaba que le conociera tan bien.
-De nada...-Dijo el pequeño con una sincera sonrisa.
Se sentó justo en frente, en un sillón negro bastante cómodo y le miró extrañado, sabía que algo pasaba si Baekhyun le había llamada así de repente.
-Quería hablar contigo.- Comenzó el más bajo al sentir la mirada de su amigo.-He estado, pensando últimamente, y quería pedirte disculpas.-
-¿Por qué?-
-Estas metido en todo esto por mi culpa y…-
-Ah, eso no es nada Baek…-No pudo seguir hablando.
-¡No! Escúchame Channie, esto es en serio, por favor, escúchame…- Suplicó con su mirada, el alto se calló inmediatamente y tomó de su café esperando a que le contara.
-Verás… he sido un egoísta, no pensé en ti, ni en tus sentimientos… Sólo en mí y me he dado cuenta de que todo ha sido una tontería… Quería madurar pero lo único que he hecho ha sido empeorar…- Su voz fue bajando de intensidad debido a que un nudo en su garganta amenazaba con salir como un sollozo.
-Baekhyun… Creo, que si hemos llegado hasta aquí ahora, es porque precisamente, has aprendido mucho. Te has dado cuenta de tus errores y los quieres enmendar, ¿No se le llama a eso, madurar?- Dijo con una gran sonrisa mientras agarraba la mano de su amigo, el cual abrió los ojos sorprendido ante sus palabras, tenía razón, si no se hubiera dado cuenta y siguiera como si nada, entonces habría estado en un problema más gordo, sonrío alegremente y se le escaparon unas lágrimas al escucharle.
-Tienes solución para todo… ¿Cómo eres tan optimista?-
-Es porque te tengo a ti…- Baekhyun rio ante sus palabras y se limpió las lágrimas.
-Eres un cursi.- Chanyeol comenzó a reír seguido de su amigo.
-De verdad, soy optimista porque la vida me ha enseñado a serlo, simplemente.-
-Ya… Me quiero ir de "Lotus".- Confesó.
-Jeje, me parece perfecto.- El alto se alegró de escuchar eso, ya que no paraba de estar preocupado por la salud del otro.
-Pero quiero que te vayas conmigo.-Sentenció.
-Por supuesto.- El alto le mantenía la mirada con decisión.
-Y que dejes las peleas.- Susurró inseguro de cómo se lo tomaría.
-¿Y eso?-
-Me he dado cuenta de lo peligroso que es todo esto y… no podría vivir tranquilo pensando en que algo te pudiera pasar.- Dijo Baekhyun sonrojándose levemente.
Chanyeol se tapó la cara mientras sonreía como un tonto, se había puesto muy contento con aquellas palabras, bajó un poco sus manos, descubriendo sus ojos y le observó.
-Está bien, será una promesa.- El otro asintió y sonrió.
-La semana que viene, nos iremos los dos… juntos.- El alto le acarició la cara despacio y sonrió.
-Vale.- 

***

D.O. fue el primero en volver al hotel, llevaba toda la tarde con los nervios de punta tras todo lo sucedido. Estaba sentando en el sillón mientras se masajeaba las sienes intentado relajarse cuando escuchó alguien llegar, por un momento pensó que eran Kai y Sehun, que habían ido a visitar a Kris, pero al escuchar las estridentes risas supo quiénes eran inmediatamente.
-¡D.O.!- Dijo el más alto al verlo allí.- Tienes mala cara...-
-Chanyeol, Baekhyun, ha habido un tiroteo...- Los nombrados abrieron sus ojos como platos y se sentaron a su lado, atendiéndole.
-Han intentado matar a Kai, pero Tao le salvó y, de repente, hubo un tiroteo... No sabemos quiénes, Lay ha salido herido... Y Tao ha desaparecido...- Kyungsoo contaba cada suceso sin ganas y con un gran pesar, se había olvidado por completo de aquellos dos.
-Vaya...- Baekhyun miró a su mejor amigo preocupado.
De repente, aparecieron Kai y Sehun, el moreno llegó hasta la sala y saludó moviendo su cabeza levemente.
-Kyungsoo, a mi habitación, ya.- Dijo mientras subía las escaleras y se encerraba en su cuarto, el nombrado abrió los ojos sorprendido y, asustado, corrió tras él.
-Creo que no es el momento para hablar, Baekhyun...- Habló el más alto.
-No, definitivamente no.- Rio.
D.O. entró en la habitación de su jefe y se sorprendió al sentir como éste le abrazaba inmediatamente, hundiendo su cabeza en su cuello, podía sentir su respiración chocar contra él, haciéndole estremecer, le abrazó y acaricio su pelo como protegiéndolo, jamás lo había visto así y eso le preocupaba.
-¿Qué ha pasado?- No pudo evitar que su voz temblara levemente, el moreno alzó la mirada y le sonrió, negó con la cabeza y le besó fugazmente.
-Nada…-
-No lo parece.-
-Simplemente, el hablar con Kris y todo lo ocurrido me ha hecho darme cuenta de lo importante que eres para mí.- Dijo sinceramente, el mayor le observaba atónito con la boca levemente abierta sin saber qué contestar, no se esperaba que alguna vez Kai le dijera algo así en su vida, no negaba que le hiciera enormemente feliz, pero se sentía extraño, así que sonrió nervioso y le devolvió el beso.
-No me esperaba algo así…-
El moreno sonrió travieso y continuó besándolo con pasión mientras le abrazaba queriendo atraparlo y no soltarlo jamás.

***

-Lay, tienes visita.- Le informó Luhan entrando en la habitación del chico.

-Hola.- la voz de Suho llamó su atención.

-Ho…Hola.- se intentó incorporar a duras penas.

-Espera.- Luhan se acercó a él y acomodó las almohadas para que pudiera apoyar la espalda en ellas.- ¿Cómo te encuentras?-

-Bien… Ya te he dicho que no es para tanto… Puedo mover el brazo y…-

-Ya, calla, que sé por dónde vas. Igualmente tienes que descansar.- Le recordó el rubio.

Lay suspiró frustrado.

-Me siento inútil aquí.-

-Lo sé, pero aun necesitas descansar.-  Acarició su cabeza mostrándole una dulce sonrisa.

-¿Saben algo?-

Los dos chicos negaron con la cabeza, el ambiente se volvió incómodo, triste.

-¿Y… mi primo?- Preguntó en chino para que sólo Luhan lo entendiera.

El rubio bajó la cabeza.

-Nos costó horrores hacer que volviese a la mansión. Se encerró en la sala...- Respondía en chino.- Está… raro... Nunca lo había visto así.-

Lay se quedó pensativo, su primo siempre había sido una persona fría y calculadora, tan sólo con Luhan y él se mostraba más cercano, más humano, luego le cogió cariño a Xiumin, pero no fue hasta que conoció a Tao que cambió realmente. Nunca antes Kris había sentido algo tan fuerte por alguien, nunca antes le había sonreído con esa ternura con la que le veía mirar a Tao. Ese chico era su todo, Lay estaba seguro de que Kris estaba sufriendo más que nunca, culpándose a sí mismo de la desaparición del menor.

-¿Y Xiumin?- Preguntó, sabiendo que el chico le tenía mucho cariño al panda.

-¿Eh? Yo… No sé…- Agachó la cabeza, estaba preocupado pero tenía miedo de ir a verlo.

-Xiumin… Está en su habitación. Él me trajo aquí.- comentó Suho, adivinando de lo que hablaban al escuchar el nombre del baozi.

Hubo otro silencio incómodo.

-Ve con él… Sabiendo cómo es, tiene que estar pasándolo mal.- Le pidió Lay al rubio.

-Pero tú…-

-Yo estaré bien, no me moveré de aquí y descansaré, lo prometo.- Le sonrió.

Luhan no insistió más, no tenía excusa para ello, así que dejó la habitación. Ahora, la situación era algo incómoda entre Suho y Lay, así que éste último trató de acabar con ella.

-Puedes irte, estoy bien.-

-Me quedaré un rato…- Dijo el coreano.

Lay estaba seguro de que estaba allí porque pensaría que le debía algo por el sexo del día anterior.

-Si es porque nos acostamos…-

-No es eso. Sólo quiero quedarme, en serio.- Le interrumpió.

-Bueno…-

Silencio de nuevo.

A Lay le había gustado el sexo con Suho, pero por alguna extraña razón, le daba vergüenza. En fin, él ya no era un crío para estar sintiéndose así, se había acostado con la suficiente cantidad de personas como para que el sexo no le provocara vergüenza, pero con Suho era distinto, sentía sus mejillas arder cada vez que lo tenía delante, especialmente cuando se metía con él. Desde lo del trastero no pudo dejar de pensar en él, esa misma noche se sorprendió a sí mismo tocándose, imaginándose qué hubiera pasado si no los hubieran interrumpido.

-Haremos todo lo que esté en nuestras manos para encontrarlo...- Suho habló rompiendo el desagradable silencio que inundaba el ambiente.- Salvó la vida de nuestro jefe.-

-Mh… Gracias…- Dijo mirando sus dedos que apretaban con fuerza la sábana, tal vez por el dolor, pero no el del brazo, si no el del pecho, sentía que algo le apretaba el corazón.

Suho lo notó, su mirada irradiaba dolor, impotencia, preocupación. Estaba sufriendo por el chico desaparecido, tenía miedo.

-El no haberlo encontrado es buena señal… Si hubiese muerto…- no lo parecía, pero esa palabra le costó horrores pronunciarla.-  ya lo habríamos encontrado…-

Lay se dio cuenta de que tenía razón, nadie se hubiese preocupado en esconder un cadáver en medio de un tiroteo. Asintió, volviendo a quedarse en silencio, preguntándose qué demonios le podría haber pasado al chico, tampoco veía buenas posibilidades…

-Tao…- Dudó un poco, pero la verdad era que necesitaba hablar.- Él es sólo un crío… Si le pasara algo…- No pudo terminar la frase, no podía describir el dolor que sentiría si al pequeño panda le pasara algo malo.

Todos le tenían un inmenso cariño a Tao, era simplemente adorable, se mostraba frío, pero en realidad era amable y tierno, Lay lo consideraba un hermano pequeño, además agradecía con todo su corazón lo que había provocado en Kris, nunca lo vio tan feliz antes de que Tao apareciera en su vida.

Sintió un peso sobre su hombro, la mano de Suho. Le estaba intentando reconfortar, y lo estaba consiguiendo.

Golpeó la puerta con los nudillos, no tardó en escuchar la respuesta detrás de la madera.

-Adelante.-

Abrió la puerta y se adentró un poco en la estancia, vio a Xiumin sentado tras el gran escritorio al fondo de la sala, hablando por teléfono.

-¿Qué zonas habéis registrado ya?- Vio quién era su visita, esperaba que fuese Soohyun trayéndole algo de comida, ya que cuando entró por la puerta principal le preguntó si había desayunado algo y él respondió un monosílabo negando, siguiendo rápidamente a su cuarto para seguir investigando.- Mmh… ¿Y ninguna pista de los atacantes?- Le ofreció asiento con la mano al rubio y éste se acomodó en la silla frente al escritorio, lo vio suspirar, seguramente aún no tenían ninguna pista de ellos.- He llamado a la empresa de construcción, si alguno de los trabajadores ven algo extraño, nos lo informarán…- Luhan esperaba pacientemente a que terminara la conversación.- No sé, Henry… No sé qué más hacer…- Dijo, abatido.- Vale, te llamo en un par de horas. Adiós.- Colgó y miró a su amigo, preguntándole con la mirada qué pasaba.

-¿Cómo estás?-

-Bueno…- Agachó la cabeza.- ¿Y tú?-

-Más o menos igual…- Dijo adivinando cómo se sentía su amigo.

-¿Y Lay?-

-Está bien, la bala no le dio directamente, le pasó por encima y le rasgó la piel… Aun así, perdió bastante sangre, así que le dije que por ahora descansara.-

-Mh…- Xiumin hizo ese ruido a modo de aprobación.- Luhan…-

-¿Por qué me llamas así?-Le interrumpió.

-¿Eh?-

-Antes siempre me llamabas Lulu…- explicó.

-Lo siento.-Desvió la mirada.- Creo que últimamente he sido un poco niñato…-

Luhan se levantó del asiento y fue a su lado, rodeando el escritorio, puso la mano sobre el pelo del más bajito y le sonrió.

-No, es normal que te enfadases, estabas preocupado y yo pasaba de ti…- Suspiró.- Debería haberte escuchado…-

Xiumin lo miró con los ojos brillantes, la preocupación por Tao y el apoyo de su amigo se habían unido en su interior produciendo lágrimas que luchaban desesperadas por salir.

-Vamos, tenemos que encontrar al pandita.- Le sonrió el rubio.- Pero antes, sé que estás deseando algo…- Abrió los brazos de par en par.

La primera lágrima de Xiumin logró salir y éste se abalanzó a abrazar al rubio, le conocía mejor que nadie y sabía que lo que más necesitaba era un abrazo, uno largo y fuerte. Lo apretó contra sí con todas sus fuerzas, hundiendo su rostro en el pecho del chino, éste le devolvió el apretón y le susurró.

-Cuando encontremos a Tao, quiero contarte algo…-

-¿Mh? ¿El qué?- Dijo con la voz quebrada por el llanto.

-Posiblemente, lo único que no sepas sobre mí, baozi…-

Xiumin se extrañó, pero no dijo nada más, esperaría, era una persona paciente, aunque hubiese perdido un poco de esa paciencia con la desaparición de Tao, pero la recobró con ese abrazo.

***

Kris veía el sol ocultarse tras los edificios, tiñéndolo todo con cálidos tonos que cada vez se tornaban más azules, más fríos. ¿Cuántas horas habrían pasado? Aun no sabían nada de Tao y no podía hacer nada, se sentía tan inútil… Aunque tampoco podía moverse, estaba ido, perdido, como si le hubiesen arrebatado una parte de su alma. Ni siquiera escuchó cuando tocaron a la puerta.

-…is… Kris.- Escuchó su nombre y volvió a la Tierra, se giró, para ver quién lo llamaba.

-Luhan…- Xiumin estaba a su lado, ninguno de los dos tenía buena cara.

-Recibí un e-mail a la dirección del Machine.- Explicó, puso el pequeño portátil que llevaba sobre la mesa y lo abrió.- Esto…- Kris notó que le costaba hablar, tal vez si no estuviese tan desolado habría interpretado sus gestos mejor, pero en ese momento no lo entendía.- No va a ser agradable…- Un escalofrío lo recorrió, dejándolo sin aliento. “Tao” pensó.

Luhan abrió una ventana minimizada y vio una foto, estaba oscuro, pero lo pudo ver, un chico tirado en el suelo. Tao tirado en el suelo, sudado, sucio, con las manos amarradas a la espalda, la cuerda las unía a sus pies, atados de la misma forma. Se llevó la mano a la boca. Tao, su pequeño, en unas condiciones terribles, a saber qué le habían hecho que no pudiese ver a parte de esos moratones, arañazos y rojeces que estropeaban su preciosa piel.

-Kris…- Luhan lo llamó con un hilo de voz.- El título del mensaje es un número de teléfono…-

El jefe reparó en ello, aunque a duras penas podía dejar de ver esa foto. Cogió el teléfono que se encontraba en la mesa y marcó rápidamente los números que aparecían allí.

-¡Espera, Kris!- Luhan lo intentó disuadir, pero no le hizo caso alguno.

1… 2… 3… pitidos y no lo cogían, Kris estaba impacientándose demasiado… 4… 5… y se escuchó un ruido. Kris se tensó hasta oír la voz al otro lado de la línea.

-¡Hey! ¿Cómo van las cosas por ahí?-

¿Qué demonios? Estaba llamando a los secuestradores de Tao y le respondían de manera tan amigable, con una voz que indicaba que la persona que se lo cogió estaba feliz, como si le hubiese llamado un amigo de toda la vida.

-Como le hagáis algún daño más, os vuelo la cabeza.- Xiumin y Luhan se quedaron congelados, la voz de su jefe sonaba demoniaca y sus ojos estaban rojos de la ira.

-¡JAJAJAJA! ¡Qué genio!- Rio el interlocutor y Kris deseó arrancarle la cabeza con sus propias manos.- Si te portas bien, no le pasará nada a tu querido guardaespaldas.- Su voz sonaba irónica.

-¿Quién te crees que eres para hablarme así?-

-Te sorprendería saberlo…- Rio de nuevo, por su voz, no debía de ser muy mayor.- Pero bueno, no te me pongas muy gallito si no quieres que a tu amado le pase algo.-

¿Cómo lo sabía? Tenía que ser alguien que le conociera bien si sabía que tenía una relación sentimental con Tao, o tal vez lo habrían estado espiando. Seguramente sus sospechas eran ciertas y tendrían un topo entre sus subordinados. Escuchó cómo se movía, estaba andando.

-No te atrevas… Te arrepentirás.- Aseguró.

-No estás en posición de amenazarme, lo sabes ¿no?- Escuchó algunos susurros y una puerta abriéndose.- Hey, despierta.- Kris supo que no le hablaba a él, sino a alguien que estaría a su lado.- Es tu chico, mándale un besito.- Le dijo a la persona con la que estaba hablando, la sangre se le congeló cuando se dio cuenta de que sería Tao.

-…fan… Yifan…- La voz de Tao sonó adolorida, grave y entrecortada, seguramente estaba temblando, muerto de miedo.

Kris se tuvo que controlar para no darle un puñetazo a la mesa.

-Tao…- Intentó sonar tranquilizador.- Tranquilo, te sacaré de ahí, pequeño.-

-Yifan…- Sollozos. El chico estaba llorando y Kris sintió ganas de llorar con él, apoyó los codos sobre la mesa y agachó la cabeza, masajeándose la frente, nervioso.

-No llores, mi amor, te prometo que iré a buscarte pronto.- “Jamás permitiré que te hagan daño”, había prometido años atrás, se odió a sí mismo por no cumplir su palabra.

-Bueno…- Otra vez esa voz odiosa.- Siento interrumpir el momento romántico, pero este tampoco tiene mucha pinta de tener ganas de hablar…-

“Te mataré”, pensó Kris, pero no lo diría, porque sabía que no debía cabrear a ese hombre.

-¿Qué quieres?- dijo con voz seca.

-Oh, ya empiezas a razonar. Bien, quiero que me hagas un favorcito muy sencillo.- explicó.

-Habla rápido.- Kris se estaba desesperando, el interlocutor suspiró.

-¡Qué aburrido eres!- se estaba divirtiendo, ese hijo de puta se lo estaba pasando bomba haciendo daño a su pequeño y haciéndole sufrir a él.

-Quiero que me lo devuelvas sano y salvo ya, me da igual lo qué quieres que haga, dímelo y lo haré. Punto.-

-Mh… La rapidez con la que te devuelva a tu amado dependerá de la rapidez con que hagas lo que te pida.-

-Pues dímelo ya e iré a hacerlo inmediatamente.-

-Mata a Kim Jongin.- Se hizo el silencio, Kris se quedó sin habla.- O Kai, como prefieras… Y quiero ver su cadáver.- La voz del interlocutor se había vuelto más seria.

Kris no habló por un momento, se quedó analizando lo que le estaban pidiendo. Matar al líder de Lotus, a aquel con el que había iniciado una alianza, aquel que se quedó horas por la mañana a su lado, intentando reconfortar su tristeza. Sin embargo, no lo dudaba, la vida de Tao valía mil veces más que la de Kai.

-Está bien.- Dijo sin dudarlo.

-No me la juegues. Sé que te has aliado con él…-

-Me la suda la vida de ese niñato si con ella puedo salvar la de Tao.- Dijo, tanjante.

Luhan y Xiumin se miraron, extrañados. ¿Debían matar a alguien?

-…- La interrupción dejó un corto instante sin habla.- Qué bonito.- Comentó finalmente.- Te enviaré un mensaje con la hora y el lugar.-

-De acuerdo, pero no vuelvas a tocar Tao.- Prácticamente le ordenó.

-Tranquilo, ya no me sirve de nada hacerle maldades.-

Ambos colgaron y Kris entrelazó las manos frente su mentón, pensando en la llamada, en lo que debía hacer.

-¿Qué te ha dicho?- preguntó Xiumin casi susurrando.

-Tenemos que matar a Kai.-

Los dos presentes abrieron los ojos de par en par.

-Kris… No pensarás…- Luhan intentó hablar, pero Kris le interrumpió.

-Llámalo y dile que venga.-

-Pero…-

-Haz lo que te digo, Luhan.-

El chico tembló, asustado. No, no podían matar al jefe de Sehun, era una locura. ¿Qué pasaba con su tregua? ¿Qué pasaba con Jung Yunho? Si mataban a su hijo estaban perdidos, además le había cogido cariño a esa gente. No, definitivamente no podían hacer esto.

Kris lo miró, después a Xiumin, estaba tan perdido como él. Cogió el teléfono y lo llamó él mismo.

-¿Kai? Soy Kris. Necesito que vengas a mi casa ahora mismo.-

***

-¿Dónde está Kai?- Taemin había llegado al Black Pearl, como otras muchas veces, para buscar nuevos informes, encontrándose con un ocupado D.O. y un despreocupado Baekhyun dormitando en el sofá, ya que había terminado su parte del trabajo enseguida.
-¿Eh? - Kyungsoo alzó la vista encontrándose con aquel curioso chico. -Ah, salió esta mañana con Sehun...- Siguió escribiendo.
-Vaya, vine a molestarle un rato pero no está.- Balbuceó tiernamente y se sentó frente al chico.
-Lo siento...- Rio.- Ya término esto y te lo dejo...- Se mordió el labio inferior mientras apuraba su escritura.
-¿No debería haber llegado ya?- Dijo Baekhyun desde su cómodo lugar.
Terminó de escribir, cerró las carpetas y se las entregó, para después mirar su reloj.- Sí, debería estar al llegar...- Dijo mientras miraba al mayor.
-No pasa nada, ya vendré otro día.- Y sin más el chico se despidió y se fue.

***

Xiumin conducía con el corazón acelerado, se acercaba la hora del intercambio y todo eso le producía un enorme estrés, igual era para el resto de sus compañeros que iban en el coche con él.
Lay, a pesar de estar herido, iba en calidad de guardaespaldas de Kris, ahora más que nunca le necesitaba, además, que también le ayudaba a frenar sus impulsos.
El líder iba detrás con el semblante serio, pensativo, repasando las pautas y los consejos de su primo en su cabeza, sabía que no podía perder la cordura cuando viera a Tao, debía mantener la compostura y pensar con claridad. Tenía que salir perfecto.
Llegaron a un edificio antiguo, de ladrillos rojos, las ventanas estaban destrozadas y las puertas oxidadas, estacionaron el coche en un callejón justo al lado de la construcción, las luces de la calle no iluminaban apenas, la mayoría estaban rotas o parpadeaban.
Allí de pie se encontraba un chico de espalda ancha, cabello negro y cara de pocos amigos, llevaba una escopeta en sus manos y los apuntó en seguida.
-Bajad con las manos en alto.- Los chicos hicieron caso y bajaron uno a uno, con los brazos hacia arriba, entonces, apareció otro chico con el pelo rubio, desaliñado y de aspecto rudo que los cacheó quitándole todas sus pertenencias, llevándoselas consigo.
-¿Kai?-Preguntó el chico de la escopeta, Kris hizo una venía con la cabeza y señaló la parte trasera del coche con el pulgar.
-Ahí dentro.-
Nuevamente, el chico de cabello rubio se acercó y abrió la puerta encontrándose con el cuerpo de éste.

-Aquí está.- Dijo mientras sonreía con sorna, el cuerpo de Kai yacía sobre la moqueta negra del maletero, su sangre corría desde un orificio en su sien, su pelo estaba bañado en sangre, restos de piel y sesos, se notaba también por donde había salido la bala y como su cuerpo también estaba completamente empapado por el líquido rojo.
-Tú.-Dijo el matón señalando a Xiumin, recógelo y tráelo. Obedeció en seguida, se acercó al moreno y lo tomó con fuerza poniéndolo sobre su hombro, mientras el rubio le apuntaba con una pistola, vigilando todos sus movimientos. Finalmente abrieron una puerta de hierro y entraron en silencio.
El lugar era amplio, lleno de cajas apiladas unas encima de otras formando grandes montañas, no tenían nombre ni etiquetas, por encima de estas, en las paredes, colgaban andamios por los que se podían caminar, y por ahí paseaba otro de ellos con pistola en mano vigilando entre las sombras.
Llegaron hasta donde las cajas se lo permitían, encontrándose con un tipo que fumaba tranquilamente, manteniéndose de pie, observándoles, había una cicatriz cruzándole el ojo derecho, sus manos y rostro estaban envejecidos, se notaba que era un tipo de armas tomar.
Los tres chicos se pararon y junto a ellos los dos matones de la salida, custodiando cada uno a un lado. El señor inhaló la última calada de su cigarro y tiró la colilla al suelo, para pisarlo después.

-Bienvenidos, pequeños.- Sonrió mostrando sus amarillentos dientes.
Kris frunció el ceño, no le producía ninguna confianza.
-Déjalo en el suelo.- Le pidió a Xiumin, éste bajó el cuerpo de su hombro y lo depositó frente a él. Al ver el cuerpo sin vida de Jongin el hombre rio levemente.
-¿Dónde está Tao?- El rubio no pudo aguantar más, le mataba tanta lentitud.
-Qué impaciente eres…-Meneó su cabeza y el moreno de la escopeta, caminó hasta su jefe y se metió entre las cajas, trayendo consigo a Tao, agarrándolo por los cabellos y tirándolo al suelo después.
Kris sintió su sangre hervir al ver cómo lo trataban y se sintió peor al ver en el estado en el que estaba, seguía atado de manos y pies, apenas podía mantener los ojos abiertos y se tambaleaba débilmente. El rubio se sintió impotente, inútil y deseaba matar a todos con sus propias manos, pero sabía que no podía, que no debía, por el bienestar de todos. Cogió aire con fuerza y suspiró.

-Aquí tenéis a Kai, es lo que queríais ¿No?-
-Por supuesto, pero antes debemos comprobar que todo esté en orden.- El señor se acercó despacio para comprobar el estado del moreno, ver que realmente estaba muerto y no era una trampa.
Se agachó despacio, mientras sus secuaces apuntaban con sus armas a los chicos, estiró su mano para comprobar los latidos del corazón, cuando de repente vio desplomarse a sus dos compañeros contra el suelo, miró a todos lados desorientado hasta que se encontró con la pistola de Kris contra su frente, el rubio sonrió de lado y con plena satisfacción.
-Bye.-Fue lo último que escuchó justo antes de que su vida acabara.
Su cuerpo yacía sin vida junto al cuerpo del líder de Lotus, el cual, se incorporó despacio y observó a su alrededor.
-Menos mal, por casi nos pillan.- Dijo riendo y limpiando la falsa sangre de su cara. Lay y Kris corrieron a ayudar a Tao, que los recibió con una sonrisa de alivio a pesar de su estado.
El rubio lo abrazó con fuerza hundiendo su rostro en el cuello del menor mientras el castaño le desataba, una vez que las ataduras desaparecieron, el moreno le devolvió el abrazo con las pocas fuerzas que le quedaban, comenzó a llorar en silencio, caían gotas sin cesar pero no podía emitir sonido alguno, había pasado tanto miedo que el cuerpo no se lo permitía.
-Ya está, Tao… Te lo prometí y aquí estoy.- Se separó despacio y le dio un suave beso en la frente.
-¿Todo bien?- Preguntó una voz desde uno de los andamios, Kai alzó la mirada, vio a Sehun y, en el otro lado, a Suho, se habían encargado de los demás matones que estaban por ahí.
-Sí, perfecto.- Observó a los chicos y sonrió.-Bueno chicos, vamos saliendo de aquí, Tao necesita ayuda.- Kris y Lay asintieron y le ayudaron a levantarse comenzando a caminar en dirección a la puerta.
Una risa comenzó a sonar desde el fondo de la estancia, dejando a los chicos de piedra, se miraron unos a otros mientras que Sehun y Suho se ponían en guardia apuntando con sus armas.
-Jajajaja, qué iluso eres, Jongin…- A Kris se le erizó la piel al reconocer la voz de aquella persona como el interlocutor con el que habló esa misma tarde por teléfono, se golpeó mentalmente por no haberse percatado antes de ello. Mientras, Kai, miraba perplejo de dónde provenía aquella voz que conocía tan bien.
-Está claro que, si quieres que las cosas te salgan bien, tienes que hacerlas tú mismo…- Dijo con sorna. Entonces apareció, un chico de estatura media, de amplia sonrisa y cara dulce, desconocida para Black Dragon, muy conocida para Lotus.
Kai apretó sus puños y frunció el ceño.

-Taemin… ¿Qué cojones…?-
-¡Sorpresa!- Dijo alzando sus manos con una gran sonrisa, llevaba una pistola plateada en una de ellas y la llevaba altanero.
-¿No te gusta? Lo he preparado todo para ti.- El chico canturreaba sus palabras, bajó la atónita mirada de su hermano.
-¿De qué hablas Tae? Tu… no…- No tenía palabras para expresarse ni cuestiones que hacer, su mente procesaba demasiado rápido todas las opciones posibles pero no podía, o más bien no quería, asimilarlo.
-Yo… ¿Qué?- Entonces su rostro cambió, le miraba con asco, un aspecto que nunca había mostrado frente a su hermano. -Psss, utilizar esta escoria me sirvió para algo al menos.-Dijo mientras le pegaba una patada a uno de los cuerpos que estaban en el suelo.
-Me han servido para comprobar…-El chico se acercaba despacio a Kai, mirándolo desafiante.- Lo inútil que eres.- Sonrió de lado y le apuntó con el arma, sorprendiéndolo, todos los presentes estaban igual, no sabían que sucedía y menos para Black Dragon.
-¡¿Qué es todo esto?!- Se atrevió a decir Kris, que estaba desesperado por ayudar a Tao y no entendía la situación.
-Oh, Kris…- Taemin asomó su cabeza y le saludó con la mirada.-Encantado, soy el hermano de éste…- Movió su cabeza.-Y, lo siento mucho, pero de aquí no se va a ir nadie.-
-Tae…-Habló el moreno.- No entiendo tus intenciones, pero si me veo en la obligación… Tengo dos tiradores que no te dejarían ni una parte de tu cuerpo sin agujerear…- Intentó hablar con la mayor confianza posible, pero toda la situación le estaba costando horrores afrontarlo.
-En ese caso…-Rio.-Yo tengo esto.- Chasqueó los dedos, aparecieron tres matones que se pusieron alrededor de los miembros de la banda aliada, mientras que en los andamios Sehun y Suho eran reducidos por otros tantos y entre las cajas, tras Taemin apareció un chico, de joven apariencia pero eso no era lo importante, era que, entre sus brazos, agarraba a un chico que luchaba por ser soltado pero la pistola que apuntaba a su sien no le ayudaba.
-¡¡Kyung… Kyungsoo!!- Gritó Kai con desesperación, intentó correr pero su hermano se lo impidió.
-Kai…-Lagrimeó el chico.
-¿¡Qué… qué cojones está pasando Taemin!?- El moreno le miraba con rabia mientras que el otro solo se reía, se separó despacio y se sentó en un montón de cajas.
-Vaya, mira que eres lento. Tu amigo, Kris es más inteligente. -Se apoyó hacia atrás y suspiró.- ¿Por dónde debería empezar?-
-Nunca me has gustado, Kai.- Comenzó.- Y menos desde que papá decidió dejarte todo el legado a ti.-
-¿Qué?- El moreno le observaba atónito, pensaba que sería su hermano el que heredara todo ya que es el mayor y sabe mucho más que él.
-Eso mismo le dije yo… y todavía sigo preguntándome: ¿Por qué tú? No sabes nada, ¿Te crees que por ser el líder de una banda de mierda ya eres un mafioso?-Chasqueó la lengua.- Yo pasé por muchos sacrificios para crear una desde sus inicios, montar un buen negocio como se debe, así como papá lo hizo en su momento. Tú solo eres un niño mimado… Lo tienes todo hecho.- Se levantó dando una patada a una de las cajas y se acercó a D.O. que le miraba con rabia, le agarró del mentón apretándole con fuerza.- Así que… Este es tu juguetito.- Le miró de reojo y vio cómo su hermano temblaba de rabia, sonrió de lado y lamió el moflete del chico, despacio, luego le mordió el labio inferior haciéndole sangrar.- Me gusta.-Dijo relamiéndose.- Podría quedármelo después de matarte.-Dijo volviendo a apuntarle.
-No te lo perdonaré, jamás.- El moreno apretó sus dientes con rabia.
-¿Te das cuenta de lo inocente que eres? ¿Ahora te das cuenta de lo cruda que puede ser la mafia de verdad…? ¡No sabes nada de nada!- Sentenció. Suspiró frustrado masajeándose la frente. –Dejémonos de charlas, ha llegado vuestro fin, lo siento por los demás… Pero si hubierais hecho lo que os dije, el único que hubiera muerto sería mi querido hermanito.-Dijo riendo.-Te consideraba más listo, Wu Yi Fan.-
El nombrado le miró con asco, que hubiera dicho su nombre real y con ese tono, le había cabreado mucho.
-Eres un cobarde.-Susurró Kai, le enfrentó con la mirada.-Manipulabas a otros entre las sombras sin dar la cara… Eres un asqueroso cobarde.- Le escupió y le miró con asco.-Yo no tengo hermano.-
Taemin le observó incrédulo y luego se rio.

-Eso lo hace mucho más fácil, cumpliré tu deseo, no tendrás hermano porque estarás muerto.-Le apuntó con firmeza y con la otra mano se despidió.
-¡BUM!-

---------------------------

¡¡¡Odiadnos!!! *huyen*