miércoles, 13 de marzo de 2013

Eres mi alumno Capítulo 1



XiuKai +18

Se lo dedico a Hiro, que adora a Xiumin y lo hice por ella ^^ La verdad, esta pareja es muy random, pero es que Kai con cualquiera queda tan bien *-* 


Otra vez ese alumno le estaba dando problemas. Sólo llevaba un mes allí y ya estaba deseando irse sólo por aquel “pequeño” insolente. Después de llamarlo una diez veces para que se despertara, se acercó al chico que había decidido echarse una siestecita en su clase y le golpeó no demasiado fuerte con el libro. El moreno dio un respingo y levantó la cabeza de la mesa rápidamente, miró su profesor con molestia, ya le costaba tenerle respeto a la gente, como para que encima se lo tuviera que tener a un tío que parecía menor que él.
-¿Qué quiere?- le habló bruscamente.
-No quiero volver a verte dormir en mi clase.- le dijo, ya harto de tener que soportar al mocoso casi cada día.
-Es que escuchándole, no dan más que ganas de dormir.- dijo con superioridad.
-Me halaga que te guste mi voz tanto como para quedarte dormido escuchándome, si quieres me grabo cantándote una nana para que duermas bien por la noche y no te quedes dormido en clase.-
La clase rio por el comentario y el alumno miró a sus compañeros amenazadoramente, haciendo que estos se callaran súbitamente. Se levantó, cogió su mochila y fue directo a la puerta.
-¡Eh! Kim Jongin, ¿dónde crees que vas?- lo llamó.
-¿Y a usted qué coño le importa?- dijo cerrando la puerta de un portazo.
El joven profesor lo maldijo de mil maneras distintas en su mente y fue tras él enfurecido.
-¿Qué manera es esa de hablarle a un profesor?- dijo siguiéndole por el pasillo.
-Usted no es profesor aun.- respondió con tono burlón, sin dejar de caminar.
El mayor lo agarró del brazo y lo hizo girar.
-Y tú ni siquiera te has graduado, y no lo harás como sigas con esta actitud. Estás en último año, deberías centrarte o…-
Jongin se soltó del agarre del profesor y lo encaró con una de esas miradas altaneras y amenazantes.
-No me toque.- prácticamente se lo ordenó.
-¿Qué pasa aquí?- se escuchó una grave voz tras el menor y éste chasqueó la lengua.- Profesor Minseok, ¿no deberían estar en clase?-
El nombrado se asomó ya que el alto cuerpo de su alumno le tapaba a quien se hallaba detrás, el profesor de chino, Wu Yifan. Los miraba con semblante serio y Kim Minseok agradeció que se tratase de él, porque al parecer su fuerte carácter imponía al rebelde alumno.
-Sí, pero al parecer el joven Jongin cree que es mejor dejar la clase, estaba intentando que volviese dentro.-
Wu miró al chico, que evitaba todo contacto visual con él.
-Jongin, venga conmigo, Minseok, usted siga con su clase tranquilamente, yo me ocuparé de este pequeño gamberro.- le guiñó un ojo.
El joven profesor le sonrió e hizo una reverencia. Agradecía que su sunbaenim de la universidad estuviera trabajando en el instituto donde él tenía las prácticas de fin de carrera. Unos meses más y se licenciaría, pensaba que las prácticas serían divertidas, pero cuando le tocaba dar clase a 3º 2, todas sus ganas se iban por la borda, y todo por ese niñato y su grupito de amigos que le reían las gracias. Volvió al aula y se disculpó por la interrupción.
-Bueno, ¿qué les estaba diciendo?- El timbre sonó y todos comenzaron a recoger, Minseok suspiró, agotado.- Recuerden traerme hechos los ejercicios de la página 82 para el próximo día.
Sonó un “Sí~” al unísono y el profesor recogió todo en su maletín para ir a la sala de profesores, ya que era la hora de comer. Se encontró con Kris sentado frente a su mes ay Jongin frente a él, siendo regañado.
-Sólo porque el profesor de literatura esté en prácticas, no tienes ningún derecho a faltarle al respeto. No quiero volver a escuchar que tienes ningún altercado con él, ¿vale, Jongin?- el chico no respondió y Yi Fan suspiró, cansado.- Mira, te queda sólo este año, si te gradúas no tendrás que volver aquí, ¿no te hace eso ilusión? Esfuérzate para no tener que volver al instituto que tanto odias.- dijo con un tono que sonó algo burlón.- Ahora vete y no causes más problemas.-
El moreno se dirigió a la puerta sin decir palabra alguna y, al encontrarse con su profesor de literatura, le lanzó una mirada con desdén y le golpeó con el hombro siguiendo su camino. Minseok estuvo a punto de llamarle la atención, pero prefirió pasar, su hora de soportar a ese niñato ya había pasado. Se dejó caer en su silla, al lado de su excompañero de universidad, quien le sonrió con algo de pena.
-Tendrás que soportar a niños como este siempre, debes acostumbrarte.-
-Ah~ No me lo recuerdes.- dijo masajeándose la sien.- La verdad, con sus amiguitos puedo, pero es que él me resulta tan exasperante.- dijo recordando los aires de superioridad con los que el chico le halaba siempre.
-¿Hablan de Kim Jongin?- el profesor de historia, Junmyun.- No le juzguen demasiado, el chico no ha tenido mucho apoyo en casa, que digamos.- sonrió tiernamente, era un hombre muy amable que siempre trataba bien a los alumnos, tal vez por eso le apodaron Suho (guardián), los chicos siempre acudían a él en busca de consejo, era muy querido.
-Oh, ¿por qué lo dice?- se interesó Minseok.
-Se lo cuento mientras comemos, ¿les parece?-

-Entonces, ¿se conocen desde hace tres años?- preguntó Suho antes de beber un poco de agua.
-Más o menos.- sonrió Minseok.- Por cierto, ¿sobre Kim Jongin?-
-Oh, sí, les dije que les contaría y al final me quedé curioseando sobre de qué se conocían.- rió.- Como soy el tutor de su clase, me extrañó que sus padres nunca podían venir a la reuniones, así que investigué por si me estaba engañando y descubrí que ambos trabajan en una agencia aérea americana, por eso apenas pasan tiempo en Corea.-explicó.
Minseok lo miró algo sorprendido, Yi Fan parecía estar ya al tanto del asunto.
-¿Y con quién vive el chico?-
-Solo.- respondió con una mirada algo triste.- Antes lo cuidaba su abuela, pero murió poco después de que entrara al instituto. Es normal que, en tales condiciones, se haya vuelto así.-
El joven profesor sintió algo de pena por su alumno, desde esa conversación, no pudo dejar de pensar en él.


***

Le tocaba guardia, así que decidió dar un paseo por los pasillos con la excusa de vigilar, aunque en realidad sólo quería estirar las piernas, ya que odiaba estar sin hacer nada. Iba por los pasillos pensando en cosas triviales cuando escuchó unos ruidos provenientes de los aseos de caballeros. Abrió la puerta para encontrarse con Jongin y sus amiguitos, Oh Sehun y Park Chanyeol, metiéndose con uno de sus mejores alumnos, Do Kyungsoo.
-¿Se puede saber qué hacéis?- preguntó, aunque era bastante obvio, puesto que los dos chicos agarraban al más bajito contra la pared mientras Jongin revisaba una cartera.
Los chicos soltaron a Kyungsoo y sonrieron.
-Nada, profesor, sólo hablábamos, ¿verdad, Kyungie?- Chanyeol mostró una de sus mejore sonrisas y le pasó un brazo por el hombro.
El chico estaba siendo intimidado y no hacía falta ser un genio para darse cuenta.
-Do Kyungsoo, vuelve a clase.- le ordenó.- Vosotros tres, a la sala de profesores.- dijo saliendo del baño tras el más bajito, esperando que los tres gamberros le siguieran.
Chanyeol y Sehun le siguieron, pero Jongin se quedó atrás, y al ver que su líder no obedecía, ellos decidieron que tampoco lo harían. Minseok ya estaba hasta las narices de ese chico, pero recordó lo que le contó Suho e intentó mantener la calma.
-Vamos, sólo quiero hablar, si veníis prometo no imponeros ningún tipo de castigo.-
Los dos chicos miraron a su líder y éste, tras mirar fijamente al profesor un momento, decidió salir del servicio, en dirección a la sala de profesores. Minseok sonrió, sintiéndose victorioso y al llegar a la sala, les hizo sentarse en un sofá, mientras él se acomodó en un sillón que  se encontraba cerca. Antes de comenzar a hablarles, se acordó de algo.
-Jongin, déjame la cartera de Kyungsoo.-
El chico lo miró como si no entendiera, obviamente estaba fingiendo.
-¿Qué cartera?-
-La que estabas revisando en el baño.- dijo intentando no perder los papeles.
-Oh, esa cartera es mía, profesor.- mintió el moreno.
-Entonces no te importará enseñármela y mostrarme la documentación que hay dentro, ¿no?-
Jongin abrió los ojos de par en par y tras hacer una mueca de molestia, tiró la cartera sobre la mesa. Minseok la revisó y vio que no tenía dinero, seguramente ya lo había robado, pero no podía demostrarlo, así que se conformó con haber recuperado la documentación de su alumno y zanjó el tema de la cartera.
-Chicos, es vuestro último año. Deberíais centraros en graduaros de una vez por todas. Park, tú estás repitiendo, no querrás suspender de nuevo y darle un disgusto a tus padres, que están haciendo el esfuerzo de pagarte los estudios un año más.- el chico pareció afectado por ese comentario, bajó la cabeza asintiendo débilmente.- Oh Sehun, tú no tienes malas notas, no tienes que esforzarte mucho, con que hagas los deberes puedes aprobar. Y tú, Jongin, si estudiases un poco estoy seguro…-
-Tsk, ¿nos podemos ir ya?-le cortó el moreno.
Minseok lo miró, sorprendido por la súbita interrupción.
-No.- sentenció.- Les dije que no les castigaría, pero para ello tienen que escucharme.-
-Ya le he dicho que su voz me da sueño.-
El profesor dejó el tema, ese niño era imposible, los otros dos sí parecían afectados por sus comentarios, pero él ni pizca.
-Está bien.- se levantó.- Sehun, Chanyeol, id a clase. Jongin, tú conmigo.-
-¿Por qué?- dijo alzando una ceja.
-Porque has sido el único que no ha querido escuchar lo que iba a decirte.-
Jongin suspiró.
-Está bien, le escucho.-
-Tarde.- Minseok no pensaba caer en su juego.

-Maldito enano rechoncho.- maldecía Jongin llegando a su casa.
El profesor en prácticas le había hecho limpiar la cafetería entera y se aseguró de que las trabajadoras le vigilasen bien. Sin embargo, en un despiste de éstas, pudo huir. Sacaba las llaves para abrir su puerta cuando escuchó unos pasos a su lado, alzó la vista encontrándose con la persona que maldecía.
-¿Qué haces tú aquí?- preguntó Minseok, perplejo por ver al chico ahí.
-Eso debería preguntarlo yo, ¿no?- comentó bastante irritado.
-Yo vivo aquí.- dijo señalando la puerta decorada con los números 701.
Jongin no podía creer que su suerte fuera tan mala. Su rostro se desfiguró por el cansancio y la decepción de tener a un profesor por vecino. Abrió la puerta y quiso meterse en su casa rápidamente.
-¿Vives aquí?- preguntó Minseok, incrédulo.
-¡¿Usted qué cree?!- dijo mofándose.- Y usted me tiene que enseñar a mí… psss…- cerró la puerta de golpe, dejando al castaño con cara de tonto.


***

-Entonces la respuesta al apartado “B”, ¿cuál sería?- preguntó.- A ver… Kim Jongin.- dijo con ritintín, acordándose de cómo le había hablado hacía un par de día en la puerta de su casa.
El moreno levantó la mirada, ni siquiera tenía el libro en la mesa.
-No sé… ¿Cuatro?- dijo desinteresado.
Unas risas sonaron en la clase y Minseok los mandó callar.
-¿Sabes acaso en qué clase estás?- preguntó.
Jongin soltó una pequeña risa.
-Veo que tiene usted el don de hacer preguntas obvias.- esbozó una media sonrisa y Minseok se visualizó a sí mismo lanzándole un libro a esa bonita cara que rebosaba prepotencia por cada poro de su piel.
-Y tú el don de la inutilidad.- dijo sécamente.
El ambiente de la clase se tensó y las miradas entre alumno y profesor estaban cargadas de desdén. A Jongin definitivamente no le había hecho ninguna gracia el comentario. Se levantó y dejó la clase, sin embargo Minseok no hizo nada por impedirlo, estaba demasiado harto del niño como para preocuparse más por él. Que sus padres apenas lo viesen no era una excusa para su actitud, había chicos en peores condiciones que él y no se comportaban tan mal. Decidió rendirse con aquel muchacho.


***

Minseok estaba corrigiendo unos trabajos cuando entró Junmyun en la sala de profesores resoplando, se sentó en su mesa y cogió su móvil para hacer una llamada. Dejo el teléfono sobre el mueble, al parecer no podía localizar a alguien.
-Este niño…- susurró.
-¿Pasa algo?- preguntó el castaño asomándose tras un montón de archivadores.
Junmyun se percató de su presencia y le mostró una cálida sonrisa.
-Ah… Nada, es sólo que un alumno lleva más de una semana sin aparecer por clase y me tiene preocupado.-
-Kim Jongin, ¿no?- Minseok había notado la ausencia del chico, era imposible no darse cuenta, pues había podido dar las clases sin discusiones ni gritos.
Suho asintió.
-No me coge las llamadas, creo que esta tarde tendré que pasarme por su casa.- se le notaba preocupado.
Minseok dudó un momento, sabiendo que seguramente se arrepentiría de lo que estaba a punto de decir.
-Él vive en el mismo edificio que yo… Si quieres, puedo hacerle una visita por ti.-
Al profesor de historia se le iluminaron los ojos.
-¿En serio? ¿Vive en tu edificio?- Minseok asintió.
-Me encontré una vez con él.-
-Pues si me hicieses el favor de ir a ver si se encuentra bien…-
-Claro.- sonrió.
-¡Muchas gracias, Minseok! Te invitaré a tomar algo en agradecimiento.-
-No, no hace falta…-
Suho no le dejó terminar y salió de la estancia insistiendo en que se lo debía. A los pocos segundos ya Minseok se arrepentía, tendría que lidiar con ese chico insoportable.

Salió del ascensor y antes de llegar a su puerta miró aquella con el letrero “703”. Suspiró, resignado, se acercó a ella y tocó el timbre, se apartó de la mirilla por si acaso al muchacho le daba por no abrir sabiendo que era su profesor. La puerta no tardó mucho en abrirse y Minseok se puso frente a él.
-Buenas.- saludó el más bajito.
Jongin abrió los ojos de par en par y su rostro se fue transformando en una mueca desagradable.
-¿Qué quiere?-
-Tu tutor estaba preocupado por ti, me pidió que te visitara por si te había pasado algo.-
-¿Suho?- susurró y quedó un momento pensativo antes de seguir hablando, de nuevo con esa actitud altanera.- Pues, como ve, estoy perfectamente.-dijo señalándose a sí mismo.-
Minseok lo miró de arriba abajo, reparó en que era la primera vez que lo veía sin uniforme. Llevaba un pantalón de chándal negro y una camiseta gris, ropa cómoda para estar por casa que, extrañamente, le parecía que le quedaba tan bien como cualquier prenda de marca.
-Me alegro.- dijo con cierta ironía.- Entonces, ¿por qué no has ido a clase?-
-Deje de meterse en mi vida.-
Intentó cerrar la puerta, pero Minseok puso el pie en medio impidiéndoselo. Jongin resopló, molesto.
-Suho, como tú le has llamado, está preocupado por ti.- dijo, captando la atención del moreno.- Tienes suerte de que sea él tu tutor, otro ya habría ido a dirección a pedir tu expulsión.-
Apartó su pie y se dirigió a su casa, cuando entró en ella vio que Jongin aún estaba mirándolo desde la puerta de su apartamento.

Al día siguiente Jongin volvió a acudir a clase, en la clase de Literatura pasaba el rato durmiendo, con el móvil o haciendo garabatos e la libreta, pero Minseok pensó que era mejor ignorarlo y no retrasar a los demás alumnos por culpa de discusiones sin sentidos con el chico. Junmyun estuvo toda la semana agradeciéndole el que le hiciera volver a clase e insistiéndole que le debía una. Al final, aceptó el que le invitara el siguiente fin de semana a unas copas, sobre todo porque Yi Fan pensó que era una gran idea salir los tres juntos y se apuntó, consiguiendo que Minseok se rindiese antes la insistencia de los dos profesores.

***

Después de un duro día de trabajo, en el que había tenido que leer y corregir unos 30 trabajos, lo que menos le apetecía era cocinar, así que cogió su cartera y sus llaves para ir a buscar una pizza y refresco. Salió del apartamento cerrando la puerta tras él y pulsó el botón para esperar el ascensor, cuando las puertas de éste se abrieron se encontró con su alumno en condiciones bastante preocupantes. Estaba encogido sobre sí mismo, con la mano sobre su cadera, Minseok pudo ver su pómulo izquierdo hinchado y la sangre en sus labios. El chico, al verlo, hizo un esfuerzo en caminar decente, aunque seguía cogeando, e intentó ignorarlo para dirigirse a su casa. Sin embargo, Minseok, lo paró poniéndose frente a él.
-Jongin ¿qué te ha pasado?- dijo revisando el rostro del menor.
No respondió, sólo apartó la mano que intentaba agarra su cara para seguir su camino. Minseok le siguió, cuando el moreno trató de cerrar la puerta, lo impidió y se adentró en el apartamento.
-Déjame en paz.- le dijo Jongin irritado.
-Si no me lo quieres contar está bien, pero al menos deja que te cure esas heridas.-
El muchacho se rindió, tampoco tenía demasiadas fuerzas para discutir. Minseok le hizo sentarse en el sofá y le preguntó si tenía alcohol, fue al baño, donde le había indicado el chico que se encontraba lo que buscaba, y revisó el mueble hasta encontrar alcohol, algodón y una pomada. Volvió al salón, el chico tenía la mirada clavada en el suelo, parecía pensativo y, por un momento, Minseok lo vio como un cachorrito abandonado al que debía proteger. Se sentó a su lado y esparció un poco de alcohol sobre el algodón.
-A ver.- dijo tomando su rostro para encararle.
Vio que efectivamente tenía una herida en su labio, también descubrió otra en la ceja. Pasó el algodón por la del labio y Jongin soltó un quejido que lo hizo parar un momento, pero luego siguió curando la zona. Se fijó en que los labios del muchacho eran realmente bonitos y pensó que era una pena que los dañasen, Jongin los tenía entreabiertos y cuando terminó de ponerle el alcohol, Minseok lo agarró del mentón y con el pulgar presionó su labio hacia abajo, intentando comprobar la gravedad de la herida. Se quedó un momento embelesado con los labios del chico y cuando lo miró a los ojos, éste tenía su vista fijada en él, como tratando de descubrir qué pensaba, su cuerpo se estremeció y se regañó mentalmente porque el chico le pareciera tan atractivo. “¿Qué demonios piensas, Minseok? Tiene 18 años”. Luego curó la herida de la ceja, en esta zona no hubo tantas quejas, pero Jongin seguía con la mirada de cachorro perdido. Cogió la pomada y puso un poco en su dedo para esparcirla por el pómulo hinchado.
-Tienes alguna otra herida.- dijo comprobando las demás zonas de su cuerpo que se encontraban al aire. El chico negó.- ¿Seguro? Antes te tocabas la cadera…- llevó sus manos a la camisa del moreno para comprobar que no tuviese nada, pero éste se las agarró.
Minseok se dio cuenta de que evitaba su mirada, incluso le apreció que tenía algo de miedo.
-Jongin, déjame curarte.- su voz sonó tan suave y tierna que sorprendió al moreno.
Soltó las manos del  mayor y éste levantó la camisa, se estremeció  al ver la zona cubierta de un intenso rojo y morado.
-¿Quién te ha hecho esto?- el chico no respondió.- Jongin…-
El moreno apartó la mirada, su profesor parecía preocupado, pero él no tenía ganas de hablar. Minseok dejó de insistir y curó la herida, cuando hubo terminado, se levantó.
-Ahora vuelvo.- salió del apartamento y volvió dos minutos después con varios vegetales, ramen y otros alimentos que Jongin no pudo ver bien.
El profesor se dirigió a la cocina, que comunicaba directamente con el salón sin separación alguna aparte de una mesa. Dejó las cosas en la encimera y abrió los muebles hasta encontrar una cacerola, la llenó de agua y la puso en el fuego.
-¿Qué hace?- preguntó Jongin extrañado.
-Te voy a preparar ramen. Te sentará bien.- afirmó, vio que el chico se levantaba, pero lo detuvo con un gesto de sus manos.- Siéntate y descansa.- se acercó a él para hacerle sentar y encendió el televisor para que tuviese algún entretenimiento mientras él cocinaba.
Diez minutos después, lo llamó para que se sentara a la mesa, le colocó un bol de humeante ramen frente a él y se sentó a su lado con su plato también listo. Jongin cogió los palillos y, sin mediar palabra, atrapó una considerable cantidad de fideos con ellos, se quejó al meterlos en su boca, ya que estaban muy calientes y la herida de su labio dolía, pero estaba delicioso así que pronto olvidó el dolor. A Minseok aún le quedaba casi medio bol por comer cuando el muchacho terminó el suyo, incluso se había bebido la sopa.
-¿Hay más?- preguntó casi en un susurro.
-Claro.-  el mayor cogió el bol y lo volvió a llenar.- Creo que te sobrará hasta para mañana.- dijo con una gran sonrisa.
Al moreno eso le hizo ilusión, aunque no lo admitiría jamás. Siguió comiendo, como si fuera una especie de cura para todas las heridas que tenía, sentía que el cuerpo le pesaba menos.
-Oye…- Minseok llamó su atención.- ¿Sehun y Chanyeol estaban contigo?- preguntó preocupado.
-No, les dije que no salieran conmigo fuera del instituto.- dijo todavía con esa voz bajita, como si llevase días sin dormir.
-¿Por qué les dijiste eso?- el mayor lo miró extrañado, pero Jongin no contestó y siguió comiendo.- Oye, ¿fueron chicos del instituto?- el moreno negó y Minseok se sintió un poco desilusionado, le hubiera gustado castigar a quienes le pegaron semejante paliza.- Entonces si no quieres que esto salga de aquí, no pasa nada, si no son del instituto no tengo por qué informar sobre ello.- explicó.
El menor masticó lo que tenía en la boca y tras un momento de duda habló.
-Por eso no quería ir al instituto…- dijo.
-¿Cómo?- Minseok no entendió a qué se refería.
-Me acosté con la novia de uno.-el mayor abrió los ojos de par en par.- Yo ni siquiera sabía que la tía esa tenía novio, sólo vi que estaba buena y como me entró… -
Minseok tuvo que analizar un momento el hecho de que el menor mantuviese relaciones sexuales, que tampoco era tan raro en un chico como él a su edad, pero por alguna razón se sintió raro.
-¿No querías ir al instituto porque sabías que te iba a pegar si te lo encontrabas?-
Jongin asintió.
-A ese tío lo conozco porque siempre se está metiendo en líos. Además tiene muchos amigos, así que cuando me enteré de que me buscaba…- no quería admitir que se escondía de él, por lo que paró ahí la frase.
Minseok entendió al chico, supo que tenía miedo y que su orgullo había sido pisoteado. Lo único que quería en ese momento era levantarle el ánimo, así que siguió conversando con él, sobre diferentes cosas, un tema los llevaba, sin saber cómo, a otro, y así pasaron más de una hora. El mayor al percatarse de la hora, decidió irse ya que el día siguiente era lectivo.
-Descansa, si mañana te encuentras mal, no vayas a clase.- le dijo en la puerta.
Jongin asintió.
-Gracias… por todo, señor.- dijo débilmente.
El mayor se sorprendió por la súbita amabilidad del chico, esas palabras le hicieron esbozar una gran sonrisa.
-No es nada, y cuando estemos fuera de clase trátame más informalmente, por favor, que me siento mayor…- dijo con una gran sonrisa.
El chico le sonrió, mostrándole sus blancos dientes, y Minseok se dio cuenta de que era la primera vez que lo veía sonreír tiernamente. Pensó que tenía una sonrisa preciosa.

***

Su móvil comenzó a sonar, miró la pantalla donde ponía “número desconocido”, se extrañó un poco pero no tardó en aceptar la llamada.
-¿Sí?-
-¿Minseok? Soy Junmyun.-
-Ah, hola.- el chico sonrió, recordando que habían quedado esa noche para salir con Yi Fan.
-Te llamaba porque al final no podré quedar esta noche, lo siento. ¿Lo dejamos para el próximo fin de semana?-
-Ah, no te preocupes, no pasa nada, ya saldremos el próximo fin de semana.-
En realidad no le apetecía nada quedarse en casa esa noche, pero el resto de sus amigos tenían planes y no le quedaba otra opción. Se despidió de su compañero de trabajo y colgó. Decidió pasar esa noche tranquilo viendo una película, así que fue al videoclub y escogió una que había salido hacía poco en DVD y no tuvo oportunidad de ver en el cine. De vuelta a casa, paró en una pizzería cercana a su edificio, desde allí vio a Jongin entrar por el portal con unos patines colgados al hombro. Pensó en el muchacho, en la paliza que le habían dado, en parte se sentía culpable porque fue él quien le hizo volver a clase, aunque en ese momento no sabía que estaba siendo amenazado. A modo de compensación,  decidió comprar dos pizzas para llevarle una, aunque en el fondo pensaba que era una tontería.
Tocó el timbre y esperó a que abriera. Jongin apareció tras la puerta, se sorprendió cuando vio de quién se trataba.
-Hola, ¿cómo estás?-saludó el profesor.
-Bien ¿Qué quiere?-
Minseok frunció el ceño, otra vez esa actitud borde.
-Te he comprado una pizza…- dijo mostrándole las cajas que llevaba en la mano.
El moreno lo miró extrañado.
-¿Por qué?-
-No sé… Te vi entrar desde la pizzería y como el otro día vi que no tenías mucho en la despensa…- Minseok se sintió idiota por haber hecho eso, la verdad es que era raro, encima el chico no es que fuera muy agradable, estuvo un rato observándolo con curiosidad antes de responderle.
-Está bien. Pase.- dijo apartándose de la entrada para darle paso.
El más bajito entró y vio sobre la mesa unos libros.
-¿Estabas estudiando?-dijo sorprendido.
-No, intentando hacer unos ejercicios. Pero es imposible, las matemáticas son una mierda.-
-Jajaja, no sabía que hacías los deberes.- bromeó.
-No los hago.- dijo algo molesto.- Pero Chanyeol y Sehun se pusieron pesados con que deberíamos graduarnos este año…- suspiró.
Minseok vio la expresión frustrada del chico, le sorprendió que sus amigos ya hubieran decidido centrarse en los estudios y que hasta él estuviese planteándoselo.
-Bueno, hagamos una cosa, cenemos y luego te ayudo con tus deberes. ¿De acuerdo?- le sonrió.
-Pero usted es profesor de lengua.- apuntó.
-Sí, pero las matemáticas nunca se me han dado mal.- le sonrió.
Jongin aceptó así que tras comer, le estuvo explicando cómo solucionar los problemas hasta que los entendió, tampoco le costó mucho, el chico era bastante espabilado.
Cuando terminaron, Jongin se fijó en la película que había alquilado, dijo que no la había visto, así que decidieron verla allí. Resultó ser más aburrida de lo que esperaban y Minseok no tardó en quedarse dormido, su cabeza fue cayendo poco a poco hasta el hombro del menor, éste en un principio se quedó inmóvil, intentando no despertarle, pero esa posición era demasiado incómoda. Pasó el brazo alrededor de los hombros del otro y se recostó colocando la cabeza del mayor sobre su pecho.
Cuando Minseok despertó, se encontró sobre Jongin, quien, rodeándolo con el brazo, dormía plácidamente. Se sonrojó al verlo, ese chico era increíblemente atractivo. Se sorprendió a sí mismo mirándolo embobado por un largo rato, alterado, se levantó rápidamente y se fue a su apartamento.

Después de ese día, Minseok se pasaba a diario para dejarle algo de comida al chico, aunque al principio el otro se molestó, terminó cediendo. Un par de tardes le ayudó con trabajos o ejercicios que no entendía. El mayor descubrió que en realidad Jongin era bastante tranquilo, con el tiempo se relajaba y comenzaba a hacer bromas o a reír, sobre todo porque la forma de explicar de Minseok era bastante amena y divertida. Descubrió que el chico patinaba casi todos los días, era su hobby, además observó que cuando estaba con sus amigos era bastante alegre, ni una pizca de agresividad asomaba cuando no estaba en modo “niño rebelde”.
***

Jongin observó orgulloso la pantalla que indicaba que había acabado la misión con una puntuación muy alta. Estaba cansado, así que decidió irse a la cama y apagó la consola y el televisor. Escuchó unos ruidos en el rellano y, curioso, miró por la mirilla. Vio a su profesor de chino agarrando al de Literatura, el más bajo parecía borracho. Le pareció sumamente interesante ver a un profesor borracho así que cuando supo que no le verían, abrió la puerta un poco y se asomó para poder ver mejor la escena.
Minseok estaba agarrado del chino y decía algo sobre lo bien que se lo había pasado y que Junmyun era muy majo. El más alto no sabía si reírse o llorar por el estado de su compañero, quien sacó las llaves del bolsillo torpemente y se le cayeron. El rubio las recogió y se las ofreció, pero el coreano se quedó mirando un momento su torso, la camisa blanca que llevaba le hacía marcar sus músculos, no le extrañaba que siempre hubiese sido tan popular entre las chicas.
-Yi Fan…- sonrió coqueto.- ¿Te cuento un secreto?-
El chino rio por la voz de su amigo, se notaba que estaba muy ebrio.
-A ver… dime.-
-Cuando estoy borracho…- le hizo una seña el con el dedo para que se acercara, el mayor se agachó y permitió al castaño que rodeara su cuello con una mano y se acercara a su oído.- Me entras ganas de…-
Jongin casi no escuchó la última palabra, pero estaba seguro de lo que había dicho. Sintió una descarga caliente recorrer su cuerpo y su cara arder.
Yi Fan estaba tanto o más sorprendido que el moreno, se separó de su amigo, intentando controlar el nerviosismo que se apoderaba de él.
-Vale, estás demasiado borracho.-le arrebató las llaves y abrió la puerta.- Vete a dormir.-
El castaño agarró su camisa acercándolo un poco a él.
-Entra conmigo.- le pidió ante la mirada de  Jongin, que no salía de su asombro.
Su rostro le estaba pidiendo sexo a gritos y Yi Fan estuvo a punto de meterlo en la casa para hacerlo suyo, pero su auto control le hizo separarse de él.
-Minseokie, estás fatal…-
El menor lo cogió de la nuca y le besó, el auto control de Yi Fan ya no apareció. Correspondió el beso de manera apasionada, lo atrajo hacia sí por las caderas y bajó su diestra hasta el trasero del menor para agarrarlo con fuerza. Jongin no podía creer que su profesor de chino se estuviese aprovechando del de literatura, porque sí, eso era lo que él pensaba, que Minseok estaba borracho y el otro estaba aprovechando la ocasión para acostarse con él.
La fuerza con la que Yi Fan le besaba le hizo retroceder hasta chocar con el marco de la puerta.
-Vamos a dentro.- dijo el coreano con la voz entrecortada.
Entonces el auto control de Yi Fan volvió a hacer su aparición, no creía lo que acababa de hacer, se separó de él.
-Lo siento, Min, será mejor que vayas a dormir.-
Prácticamente huyó escaleras abajo, sin ver a Jongin ya que se había escondido antes de que se girase, dejando la puerta aparentemente cerrada. Se volvió a asomar cunado creyó que el profesor se había ido, encontrándose con la mirada de Minseok.
-¿No te han dicho que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?- dijo con esa voz que delataba su estado.
-¿Eh? No… Sólo estaba…- tartamudeó.
Minseok lo miró de arriba abajo. Llevaba un pantalón gris muy fino, seguramente lo usaría de pijama, y una camiseta blanca de tiras. El chico podría tener 18 años, pero le pareció mucho más sexy que cualquier otro hombre que hubiese visto antes.
-¿No tienes frío?- bromeó.
-¿Eh?-
-Ven aquí.- le indicó con el dedo, al igual que había hecho con Yi Fan.
Jongin obedeció y se acercó a él, seguramente le iba a echar la bronca del siglo, el profesor lo miraba de arriba abajo, parecía bastante interesado en su cuerpo.
-¿Cómo lo haces?-
-¿El qué?-preguntó el moreno sin entender.
-Para ser tan sexy…- explicó, el alumno abrió los ojos de par en par.- Y siendo tan joven…- suspiró.- Si tuvieses tan sólo un par de años más…- dijo dándose la vuelta para entrar en su apartamento.
-¿Qué?- el profesor se giró y vio la mirada de Jongin clavada en él.- ¿Si tuviese un par de años más qué?-
Minseok esbozó una media sonrisa, agarró la mano del menor y la puso sobre su entrepierna. Jongin se quedó de piedra y lo miró perplejo.
-Te pediría que calmaras esto.- apretó la mano sobre su miembro, que estaba semi-erecto por el beso de Yi Fan.
Jongin tragó saliva y se quedó un rato que pareció eterno mirando a su profesor, éste finalmente apartó la mano de su erección y se dispuso a entrar en el apartamento.
-E… Espere…-Jongin  lo tomó del hombro y le hizo girar. Su mano voló al sitio en el que antes había estado y lo apretó.- Igualmente lo puedo calmar.- dijo mirándole con sus oscuros ojos.
El menor masajeó su erección y Minseok no pudo evitar  gemir fuertemente. Agarró a Jongin por la nuca y lo besó con pasión, desesperado, adentró su lengua en la boca del chico, acariciando la suya. Atrajo al moreno y se adentró en el apartamento con él. Torpemente y sin dejar de besarse caminaron hasta la habitación, Minseok coló las manos en la camiseta de Jongin y la levantó para quitársela, dejándola en alguna parte del pasillo. Cuando llegaron al cuarto, el moreno se deshizo de la chaqueta de su profesor y lo dejó caer en la cama, se puso sobre él y comenzó a besar su cuello con deseo, mientras su diestra palpaba la piel bajo su camiseta. Minseok llevó la mano a la erección del menor, que estaba claramente marcada bajo los finos pantalones, un gruñido salió de esos  gruesos labios cuando sintió la presión sobre su miembro, siendo masajeado con dedicación.
De repente Jongin recordó algo y se levantó, dejando a un jadeante Minseok mirándolo con sus labios hinchados. 
-Espera un momento.- el menor notó su voz algo ronca.
Rápidamente, llegó al rellano y comprobó que, efectivamente, su puerta aún estaba abierta. Entró en su casa y cogió las llaves, para luego salir de nuevo hacia el apartamento de Minseok. Su mente le decía que estaba loco por querer acostarse con su profesor, pero su cuerpo le obligaba a hacerlo. Siempre había sido consciente de lo guapo que era el chico, tal vez por eso le tenía tanta rabia, porque odiaba que le pareciera tan atractivo, encima le encantaba ver algo tan pequeño y sumamente violable enfadado con él. Llegó a la habitación, deseando tomar al mayor, haciéndolo gemir y gritar su nombre mientras saboreaba su blanca piel. Pero el mundo se le vino abajo cuando vio al chico tendido en la cama, plácidamente dormido.
-¿Profesor?- odió escuchar esa palabra salir de su boca. Se acercó a él y lo zarandeó un poco.- ¿Mi… Minseok hyung?- lo llamó por su nombre, tal vez por primera vez.
El castaño refunfuñó un poco y se dio la vuelta para seguir durmiendo tranquilamente. Jongin no se lo podía creer, tenía ganas de matarlo, le había puesto a mil y ahora se quedaba dormido como si nada. Lo miró, frustrado y enfadado, pero al ver su rostro se le pasó todo, estaba realmente mono con las mejillas rosadas y sus labios entreabiertos. Le acarició el pelo y suspiró, rindiéndose, pero aun así no se podía ir a dormir con ese problema en sus pantalones, así que volvió a su apartamento y fue directo al baño para satisfacer su deseo, teniendo en su cabeza esa imagen mental de Minseok jadeando bajo él.



Será un Two-Shot, subiré pronto el segundo capítulo ^^

3 comentarios:

  1. sdfcvhsydt Creí que jamás encontraría de esta pareja en español dghcfdjy <3 Y además supongo que tendrá lemon /llora para siempre/. Muchas gracias por escribirlo y asdasd el XiuRis fue tan sexy~ (?) ugh, me encanta. Estaré esperando por el último capítulo ;3;.

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    1. Me alegro de que e gustase! *-* La pareja mola jajaja Espero que el 2º capítulo te guste tanto o más! Gracias a ti por leerlo ^^ Love you <3

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