Black Lotus Capitulo 7

Chanyeol entró con Sehun al hotel llenos de moretones y heridas leves, habían tenido que solucionar algunas cosas por la fuerza bruta, pero salieron airosos.
-Me voy a la ducha, no puedo más.- comentó el menor.
-Y yo.- El alto sonrió entusiasmado y caminó hasta su cuarto encontrándose a Baekhyun por el camino, que se le alarmó al ver cómo le recorría sangre por la comisura de los labios.
-¿Estás bien?- Se acercó y le acarició el rostro.
-Sí, perfectamente- Rió.
-Vamos a curarte eso.- El pequeño le agarró la mano y lo llevo a su cuarto, le hizo sentarse en su cama e inmediatamente cogió un bote de alcohol y unas gasas, con cuidado se lo paso por el labio descubriendo que era menos de lo que parecía.
-Ya te dije, no es tanto- Dibujo una gran sonrisa en su cara haciendo reír a su amigo.
-Siempre tan despreocupado.-
-Y tú, sin embargo, has cambiado…- Su mirada se volvió nostálgica.-Recuerdo aquel chico indefenso que llegó a mi casa pidiendo ser rescatado… y ahora…- Giró su rostro evitando su mirada.
-Yeollie, sabes que siempre quise tener confianza en mí mismo, cuando comencé a vivir contigo, fue el primer paso…- Se sentó junto a él y apoyó su cabeza sobre el brazo del alto.
- Lo sé y me alegro, supongo que me acostumbré a ti, pensaba que estarías siempre para mi…- Agarró la mano del bajo y la apretó con fuerza.
-Y así será, eres mi mejor amigo, fuiste el único que me apoyó cuando mis padres me obligaban a ser quien no era.- Su estomago dio un salto al recordar aquellos malos momentos.
-Sí, pero…- El castaño giró su cara y le observó.- No, no me refiero a eso… A ti... ¿A ti te gusta Kai?- Por un momento se sintió estúpido al preguntarle eso, pero no podía evitar sentir celos, el pequeño empezó a reír y le observó clavándole la mirada.
-No, claro que no… simplemente, me atrae.- Sonrió y el alto sintió como si le hubieran quitado algo que no le dejaba respirar de encima.
-Verás, tú… me gustas…- Confesó finalmente, era algo que quería decirle desde hace mucho tiempo, aunque resultaba evidente.
-Lo sé.- rió sin apartar la mirada.- pero no puedo corresponderte…- se sintió culpable, ya sabía acerca de los sentimientos de su amigo, pero tenía la esperanza de que no se le confesara y ahorrarse el romperle el corazón. Sintió como le acariciaba el rostro con una mirada triste, aun así le dedicó una dulce sonrisa como siempre hacía.
-Al menos… ¿Puedo besarte una vez más?- Asintió y entrecerró los ojos esperando el movimiento del otro, el cual, se acercó levemente y juntó sus labios, una corriente eléctrica por su espalda causó que quisiera pegarse más y así lo hizo, pasó su mano libre por la cadera del más bajo y comenzó a darle cortos besos que poco a poco fueron correspondidos.
El pequeño, sin quererlo, estaba dejándose llevar ya que no le estaba disgustando, los labios de su amigo le parecían sumamente suaves y adictivos, no pudo evitar soltar un suspiró al sentir la lengua pasar por sus labios queriendo un poco más de él, finalmente se dejó llevar por lo que aquel chico le estaba haciendo sentir. Sus lenguas comenzaron a jugar despacio, conociéndose poco a poco entre leves suspiros, Baekhyun se recostó en la cama seguido de su amigo que paró el besó y se quedaron observándose de frente.
-Lo siento, Chanyeol…- El pequeño le abrazó y acurrucó su cabeza en el pecho del alto, el cual le abrazó con una gran sonrisa adornándole el rostro.
-No pasa nada…-




Tras una pequeña charla con el portero, a quien conocía bien y le dejó pasar saltándose la larga cola, Lay entró en el Toki, uno de los clubs nocturnos más famosos de la ciudad. Obvió la muchedumbre que bailaba con sus copas en la mano y se dirigió rápidamente a la zona VIP. Una muchacha muy guapa le recibió y lo llevó hasta la sala que tenía reservada. Allí ya se encontraba Suho, el hermano de Chen. Lo vio levantarse y tenderle la mano, mientras se la daba, pensó que no se parecían mucho en realidad, le pareció que éste era más bajo y más guapo, llevaba una americana negra con algunos parches plateados que llamó bastantes su atención, el resto de su ropa eran una camiseta y unos pantalones negros.
-Soy Suho.-saludó.
-Lay.-
-Encantado.-dijo sinceramente, pues la belleza del chico le había sorprendido.- Bueno, seamos breves, ¿sí? A ninguno de los dos nos interesa alargar más esto.- dijo sentándose de nuevo.
-Bien. Nosotros no tenemos nada que ver con vuestras bajas.- dijo sin vacilar mientras también se sentaba.
Suho levantó una ceja por la forma tan directa de hablar del chino.
-¿Cómo puedo creerte?- cuestionó.
-Si hubiésemos sido nosotros habríamos ido directamente a por los altos cargos, no inútiles cualquiera.-
Suho se removió en el asiento, molesto por el comentario hacia sus subordinados muertos.
-Lo mismo podríamos decir nosotros, y aun así os colasteis en el restaurante…-
-Bueno, deberías estarnos agradecidos, te reunimos con tu hermanito.- dijo con una media sonrisa.
El coreano le lanzó una mirada fulminante, bastante molesto por el comentario. ¿Quién se creía que era para hablarle así?
-Yo que tú tendría cuidado con lo que dices.- le advirtió.
Lay, que estaba sentado de mala manera en el sofá frente a Suho, se incorporó y apoyó los codos sobre los muslos.
-Eso tendría que decírtelo yo.- dijo mirándolo desafiante.
El ambiente se volvió un poco tenso, durante unos segundos estuvieron en silencio, sin apartar la mirada, atentos a todo movimiento del otro. Finalmente Suho cogió aire, apartó la mirada y habló.
-Bueno, bueno… Tranquilicémonos, ambos estamos muy a la defensiva.-
Lay se reincorporó y apoyó su espalda en el mullido sofá, pensando que era mejor hacer lo que el coreano decía.
-Bien… No puedo decirte otra cosa a parte de que no tenemos nada que ver.-
En ese momento entró una camarera, con tacones muy altos y pantalones muy cortos, la chica colocó dos copas sobre la mesa, haciendo que la escotada camiseta que tenía le dejase bastante al descubierto. Lay le echó una mirada rápida, pero en seguida la apartó y le dio las
gracias a la joven, esta vez mirándole a la cara. Suho lo observó durante ese corto momento, mientras la chica se iba, el chino se deshizo de su chaqueta tipo americana blanca, ya que el ambiente ahí era bastante cálido, al coreano le sorprendió el cuello abierto de la camiseta blanca que llevaba, tenía algún motivo, pero el marcado cuerpo del chino le despistaba demasiado como para fijarse en el dibujo.
-¿Qué miras?- dijo Lay inclinándose para coger la copa, lo que le dejó ver gran parte de su pecho.
Suho no sabía si darle dos hostias por borde o pegárselas a sí mismo por estar babeando por ese idiota. Hizo una mueca, irritado, Lay lo notó, pero no dijo nada. La verdad es que él mismo notó que estaba siendo bastante desagradable, pero Kris le había contagiado la mala leche que tenía cuando le hablaban de Lotus y no podía evitarlo.
-Mira, niñato, relájate un poco, se supone que hemos venido aquí a hablar para arreglar las cosas.- dijo Suho bastante irritado.
El chino olvidó todo lo que había pensado antes y lo miró con desprecio, no sólo porque lo hubiese insultado, si no porque tenía razón y eso le fastidiaba horrores.
-Tsk…- bebió de su copa molesto, sin responder más que ese sonido, dándole la razón al otro sin decirlo directamente.
El coreano pensó que realmente ellos no habían tenido nada que ver, de otra forma ya estaría muerto, o al menos el chino lo habría intentado. Estaba seguro de que todo se debía a la otra sospecha, no creía que a Kai le hiciera mucha gracia que se lo contase tan pronto, pero era la mejor opción si querían sacar algo de esa reunión, de lo contrario se habrían encontrado para nada.
-Estamos detrás de una pista.- dijo finalmente Suho, captando la atención del chino.- Hace poco, descubrimos que alguien estaba causando conflictos entre bandas, que indirectamente afectaban a Lotus y también a Black Dragon. Creemos que son los mismos, ya que no pudimos llegar a encontrar a los cabecillas.-
Lay se había calmado y analizaba lo que le estaba contando.
-Somos los dos grupos más poderosos, ¿quién sería tan idiota como para meterse con nosotros? Y con los dos a la vez, además…-
-Bueno, ya entonces teníamos la sospecha de que querían crear conflictos entre nosotros, y ahora creo que ya lo podemos confirmar. Pretenderán que nos destruyamos mutuamente.-
Suho tomó de su bebida mientras esperaba una respuesta.
-¿Cómo puedo creerte?- preguntó finalmente el chino.
El chico agarró una carpeta que tenía a su lado, en la que Lay no había reparado, y se la ofreció. La abrió y leyó por encima, eran notas de movimientos de distintas bandas, encargos y traspasos de mercancías, tratos, etc…
-¿Podría llevarme esto para estudiarlo?-
-Claro, tengo una copia.-
-Pues te volveré a llamar cuando lo haya analizado bien.-
-De acuerdo.-
Observó al chico dejar la carpeta de nuevo en la mesa para tomar otro sorbo de su copa y después ponerse de nuevo su brillante chaqueta.
-Bueno, nos vemos.- se despidió el chino.
-¡Oye!- Suho se levantó y lo llamó cuando ya estaba a punto de abrir la puerta, se giró preguntándose qué querría.- Te dejas algo.- le dijo mostrándole la carpeta con una sonrisa, mientras alzaba una ceja.
Lay lo miró sorprendido, ¿por qué siempre olvidaba las cosas? Se acercó a él, con un leve rubor es sus mejillas. Cuando fue a tomar la carpeta, Suho la apartó de su alcance, haciendo que el chino se inclinase más cerca de él.
-¿Siempre eres tan despistado?- le dijo con tono burlesco.
Lay pudo ver muy de cerca esa media sonrisa burlona y su mirada divertida, lo que hizo que se sonrojara más aún. Le arrebató la carpeta con rabia y abandonó la habitación a toda velocidad. Suho soltó una pequeña risa, ya sabía qué debía hacer la próxima vez que se reuniesen, quería volver a ver ese rubor en sus mejillas y esa expresión impotente en el atractivo rostro del chino, porque era muy guapo, aunque le fastidiase tener que admitirlo.



Sehun se revolvió entre las sabanas blancas de seda, se estiró y se sentó en la cama observando a su acompañante, estaba desnudo, pero solo podía ver su espalda y su cara de bebé dormido, le acarició levemente y sonrió. El móvil empezó a sonar asustándole un poco y prácticamente se tiró sobre él.
-¿Sí?-
-¿Te he despertado?-
-Mmmm, no.- Observó a su compañero que abrió poco a poco los ojos.
-Bien, te necesito aquí, ahora.-
-De acuerdo.- Colgó y se levantó comenzando a vestirse mientras el otro le observaba con tristeza.
-¿Te vas?-
-Lo siento...- dijo sin girarse, dándole la espalda, eso le hizo sentirse peor.
-Sehun...- Susurró. -Perdóname, Luhan.- Se puso la chaqueta roja y se peinó su cabello ahora color plateado. Salió de la habitación del hotel dejando allí a su amante, realmente le sabía mal dejarle así, pero si algo había aprendido de la vida, es que no podía interponer sus sentimientos antes que su trabajo, podría parecer frio y el rubio era el único en saber su verdadero yo, pero realmente le amaba, o más bien, le amó, no prestarle la debida atención al chico hizo, que, con el tiempo, esos sentimientos no aumentaran. Pero eso no significaba que no le quisiera y mucho menos que no le dejara al rubio amarle. Llegó al hotel donde le esperaba su jefe, cuando entró en el salón se encontró con algunos de sus compañeros sentados en los sillones, les saludó y se sentó junto a ellos. El moreno bajó las escaleras y pudo comprobar que allí estaban todos, se acercó y carraspeando un poco la voz habló.
-Ya hemos hablado con Black Dragon, estamos esperando la respuesta oficial, pero según Suho, todo salió a la perfección.- Observó al nombrado y este asintió dándole la razón.- Ya sabéis todo lo que ha pasado últimamente, necesito que estéis con los ojos muy abiertos, mientras menos tiempo paséis aquí, mejor. Id en grupos, con cuidado e informen al resto, necesitamos que no hayan más malentendidos.-
Todos asintieron y se levantaron mientras decidían qué iban hacer.
-Sehun.- Llamó Kai.- Tú estarás conmigo.- El chico asintió y le siguió hasta uno de los ventanales en silencio.
 -Baekhyun, ¿Vienes conmigo?- Suho se acercó al pequeño con una sonrisa.
 -Sí, claro.- Los dos se despidieron y salieron del lugar. Chanyeol observó a D.O. y sonrió.
-Supongo que estaremos juntos.-
-Vale…- Sonrió, pero era una sonrisa vacía, parecía preocupado por algo, el alto ya se había fijado en ello, se sentó a su lado, le rodeó con un brazo y le pellizcó un poco la cara.
-Sé que es temprano, pero podemos ir a tomar un café.- Kyungsoo le observó y se sonrojó al darse cuenta que su cara estaba muy cerca, la verdad es que su estomago pedía alimento.
-Está bien.-
-Será como una cita.- El alto empezó a reír y se levantó mientras agarraba al otro del brazo, tirando de él.
-¿Una cita?- El chico de ojos grandes no se había percatado, pero lo dijo tan alto como para llegar a oídos del moreno que en seguida los observó con curiosidad.
-Claro, últimamente me he sentido muy solo y tú, me parece, que necesitas compañía.- Chanyeol le revolvió el pelo con energía y se lo llevó mientras reía, era cierto que estaba desanimado, ese día no había empezado con buen pie, pero el mayor le estaba animando.
-¿Pasa algo, Kai?- Su compañero le observaba preocupado.
-No…-



Sehun conducía de noche por la ciudad acompañado de Kai, habían terminado de hablar con unos proveedores del “Black Pearl” y todo salió como se esperaba, así que terminaron antes de lo previsto.
-¿Quieres ir a la inauguración?- El moreno miró su reloj, eran las dos de la noche, a las siete de esa tarde había comenzado la fiesta del nuevo local a su nombre, se trataba de un local donde se ofrecían todo tipo de shows, conciertos, contaba con algunas salas Vips, con mesas de billar y dardos. Le interesaba blanquear dinero, tanto de gente rica como de la no tan adinerada.
-Está bien.- El castaño giró su volante con cuidado y se dirigió al local.
-Todavía quedan dos horas para que cierren, solo quiero ver que tal va todo.-
Pasaron cinco minutos de trayecto y ya se encontraban allí, el moreno pasó entre la gente seguido de su secuaz, observó alrededor, estaba completamente lleno y la gente bailaba por todos lados al son del grupo que tocaba sobre una tarima no muy elevada a modo de escenario, caminó un poco mas hasta llegar a la barra, se sentó y, junto a él, el castaño. A lo lejos pudo ver a Baekhyun hablando con unas chicas que parecían muy monas y a pocos metros de allí un embriagado Kyungsoo, que tambien bailaba, llevaba una camisa blanca pegada al cuerpo debido al sudor, el moreno no le veía muy bien pero notaba todos esos movimiento que hacía con fuerza y precisión, vio como algunas chicas le miraban con deseo y reía entre ellas, una de ellas se fue acercando mientras bailaba y se le insinuó pegándose a su cuerpo, comenzó a sobarse despacio mientras el chico de ojos grandes seguía bailando y se mordía los labios, agarró a la chica por las caderas y le siguió el juego, Kai le miraba con detalle, la chica le importaba más bien poco, pero lo que aquel chico le estaba provocando le
pasaba factura por sus pantalones, estaba seguro de que aquel chico no era consciente de lo jodidamente sexy que era, el moreno miró a su acompañante y con un movimiento de cabeza le ordenó que le siguiera, caminó entre la gente hasta llegar a su objetivo, le agarró por las caderas desde atrás asustándole un poco y le susurró al oído.
-Hola.-
-Ho…hola.- Se sorprendió de verlo allí, el moreno le lanzó una mirada a la chica y esta se esfumó, le agarró del brazo y se lo llevó a rastras hasta una de las salas vips y ordenó a Sehun que se quedara en la puerta procurando que nadie molestara.
La habitación era amplia, la moqueta era roja y las paredes de color naranja oscuro, habían dos sillones y algunos taburetes, en medio había una mesa de billar en perfecto estado. Una vez cerrada la puerta, el moreno empujó a D.O. contra una de las paredes, se acercó a su cara y estando tan cerca se dio cuenta de lo rojo que estaban sus mejillas debido a la bebida, le pareció adorable por un momento y rió al ver sus sorprendidos ojos mirándole con atención. Suspiró sobre sus gruesos labios, haciéndole estremecer y con un hábil movimiento atacó su cuello con leves mordidas mientras le sujetaba las caderas con fuerza, lamió toda la zona para después morderle con brusquedad, succionando y dejando marcas rojas.
-Ah, ah, Kai… ah, para…- El chico no paraba de gemir desde que le atacó, los efectos del alcohol eran demasiado fuertes y estaba extremadamente sensible.
-¿Qué pasa?-Le susurró al oído.- ¿Te pondría más si fuera Chanyeol?- el moreno estaba molesto porque le rechazara y con el alto fuera tan cariñoso.
-No… no es eso… ah...- No pudo seguir hablando cuando notó como el chico comenzó a morderle la oreja suavemente, rodeó con sus brazos el cuello del contrario y se dejó hacer, no estaba en condiciones de poder negarse. Comenzó a mover sus caderas inconscientemente restregando su ya erecto miembro contra el muslo del moreno, que sonrió al sentir lo que le estaba provocando.
-Yo también te pongo…-Le susurró pegando sus labios sobre su delicada oreja.
-Sí...-
Se separó de su oído para observarle de cerca y le dedicó una mirada llena de deseo mientras se relamía los labios, se acercó despacio y le mordió el labio inferior, para después lamerlo, pegó su frente contra la del otro y bajó sus manos a lo largo de su espalda hasta llegar a sus esbeltas nalgas, que apretó con fuerza pegándolo contra sí mismo, haciéndole notar que él también estaba excitado. Ambos suspiraron sobre los labios del contrario, extasiados, para después juntar sus labios en un apasionado beso, casi devorándose, el moreno violó prácticamente la boca del otro con su lengua, tuvieron que separarse por la falta de aire y aprovecharon ese momento para deshacerse de sus respectivas camisas, el menor volvió a devorar aquellos carnosos labios que le estaban volviendo loco, subió sus manos por el abdomen, recorriendo aquel delgado y blanco cuerpo, apretó sus pezones suavemente y volvió a morderle el cuello por el lado contrario dejando nuevas marcas.
-Ah, ah, Kai…- El chico de ojos grandes no podía reprimir los gemidos, aquel chico le estaba haciendo todo lo que había deseado desde hacía tiempo en sus pensamientos más pervertidos y oscuros, era incluso mejor de lo que se había imaginado tantas veces.
-¿Te gusta?- Le susurró sobre sus labios, el otro asintió entre gemidos, sonrió victorioso y comenzó a bajar por su pecho, dándole besos, llegó hasta el borde de sus pantalones, se arrodilló en el piso y observó al mayor, estaba apoyado en la pared con la mirada llena de
deseo, observando cada movimiento y se mordía uno de sus dedos reprimiéndose los gemidos que al moreno le encantaba escuchar.
Desabrochó el pantalón con habilidad y los bajó despacio hasta las rodillas, dejó al descubierto los bóxers verdes oscuros que cubrían su excitado miembro, se acercó despacio y suspiro sobre ellos, pasó la lengua despacio disfrutando del contacto caliente y duro, notó como las piernas del otro temblaban por la excitación y suspiraba, le observó desde abajo y le dedico una sonrisa traviesa, el mayor no pudo hacer otra cosa que apoyar sus manos contra la pared intentando no caerse al temblar. Kai deslizó sus dedos por la costura de la ropa interior y los bajó en un momento, agarró su pene con firmeza y lamió la punta despacio haciéndole jadear con fuerza , el mayor se mordió los labios intentando reprimirse pero apenas podía, el moreno siguió mordiéndole con suavidad, centrándose en la suave punta succionándolo como si fuera un dulce caramelo.
-Ah....- gimió tragando saliva ya que su garganta estaba empezando a secarse.-Ah... me gusta mucho...- movió sus temblorosas manos y le agarró del pelo obligándole a profundizar sus movimientos, así que, el moreno introdujo el musculo en su boca succionándolo con suavidad metiéndose la mayoría, jugando con la lengua mientras seguía con sus movimientos. Al mayor le temblaban las piernas y sentía que en cualquier momento le iban a fallar y caerse desplomado, porque sus rodillas no podían aguantarlo más, igual que su miembro, se sentía a punto de estallar, inundó la boca del menor con el espeso liquido blanco seguido de un sonoro gemido. El moreno se relamió mientras se levantaba y se acercó al agitado chico, le lamió los labios y se los mordió.
-¿Te ha gustado?- sonrió con picardía.
El otro asintió con la mirada perdida, respiraba con dificultad, sentía sus pulmones arder y las manos del otro estaban incluso más calientes que su propio cuerpo, así que, sintió frío cuando este se separó de su cuerpo con intención de terminar aquel encuentro, sin pensarlo le agarró del brazo y lo atrajo hacia su cuerpo, volviendo a sentirlo. -Kai... Qui...quiero mas...- susurró sobre sus labios.
El menor abrió un poco los ojos sorprendido, pero en seguida sonrió, volvió a besarle le agarró las manos y las bajó hasta sus pantalones.
-Tócame...-
El mayor acató, desabrochó los pantalones entre voraces besos y lenguas juguetonas, introdujo su mano y palpó el pene erecto sintiendo un escalofrió por su cuerpo, escuchaba como el otro gemía sobre su boca y como la zona palpitaba con fuerza, comenzó a mover su mano y el otro enterró los dedos en sus hombros mientras ocultaba el rostro en su cuello, respirando sobre su oreja algo que le hacía estremecer, a pesar de que hubiera llegado al clímax, el moreno estaba poniéndole a mil de nuevo.
-Ah... sigue...- Gemía descontrolado, pensaba ser travieso con el chico de ojos grandes, lo que no sabía es que aquel querría algo más de acción y sin pensárselo dos veces le siguió el juego, porque, evidentemente, estaba demasiado cachondo para irse como si nada. Un flashback pasó por su mente, la escena del mayor comiéndose aquel chupachups con tanta dedicación, recordar aquello le hizo jadear, le agarró por las caderas y lo atrajo hasta uno de los sillones, se bajó los pantalones y ropa interior, se sentó en el sillón y con la mirada ordenó al chico que se le acercara, le besó con deseo metiéndole la lengua, explorándole, le agarró del pelo y lo separó, solo les unía un pequeño hilo de saliva que se cortó cuando le obligó a bajar hasta su entrepierna.
-Chúpamela.- Le ordenó.
Entonces el mayor sonrió pícaro, de una manera que nunca habría imaginado y que le excitó, pensaba que aquel chico era pura inocencia y rectitud, pero pudo darse cuenta de que no y más cuando vio cómo prácticamente le devoraba su pene.
-Joder...ah...ah...- Kai echó la cabeza hacia atrás y alzó sus caderas pidiendo más, nadie le había hecho algo tan salvaje, ni si quiera las prostitutas más caras, se sentía próximo al clímax, pero quería disfrutar de aquello, como pudo se calmó y siguió disfrutando de las atenciones.
Comenzó a morderse los labios mientras disfrutaba de la escena, el mayor le dedicaba algunas miradas fugaces que le hacían sonreír cómplice, deslizó sus dedos por el negro cabello del chico y le separó, despacio, le dio un corto beso y sonrió.
-Eres un pervertido... ¿Dónde has aprendido?- tiró de su pelo hacia atrás exhibiendo su cuello y le lamió de abajo hacia arriba haciéndole jadear.
-Hay...- Encaró al moreno y sonrió a medio lado.- Hay muchas cosas que no sabes de mí...-
Escuchar eso le gustó demasiado, le puso más de lo que estaba, si es que eso era posible. Agarró al chico y lo llevó hasta la mesa de billar, acercó su rostro y le acarició la mejilla sudorosa, entrecerró sus ojos y le besó con suavidad.
-Cómo me pones...- inmediatamente volvió a devorar aquellos gruesos labios que le encanta saborear y morder, le agarró de las caderas y le levantó para sentarlo en el borde de la mesa, poniéndose entre sus piernas, la ropa había desaparecido en algún momento de la noche, pero tampoco importaba. Tomó su miembro y le masturbó mientras que la otra mano la llevó a la boca del mayor, que la lamió y chupó de la mejor manera que sabía hacer entre algunas risas llenas de lujuria, le hizo recostarse y apoyar las piernas en el borde marrón disfrutó de la vista que le esté le ofreció e introdujo uno de sus dedos que entró con bastante facilidad.
-Ah.... Con... cuidado.- El mayor se sintió incómodo ya que lo había metido con rapidez, aun así, le gustaba así que movió sus caderas pidiendo más mientras le observaba con detenimiento y jadeaba.
Kai por su parte no podía quitar la sonrisa de su cara, estaba disfrutando demasiado de aquello, introdujo otro dedo, esta vez con más delicadeza y así, hasta un tercero. Se agachó y lamió la entrepierna del mayor, para distraerle del dolor, aprovechó y comenzó a mover los dedos simulando pequeñas embestidas mientras seguía atendiendo su miembro.
-Ah...Kai... ah, me...me gusta mucho...- Kyungsoo estaba perdido entre el placer, su cabeza a penas reaccionaba y menos en el estado que se encontraba, pero de algo estaba seguro y era que quería sentir al otro dentro de él, apenas le dolió y si así fuera poco le importaba. -Ahhh... para... Kai...-
El moreno dejó su labor y se acerco al rostro del otro pegando su frente con la contraria.
-¿Qué pasa?-
-Yo...- El mayor estaba agitado y por la posición podía notar el miembro del otro rosar sus nalgas y eso le estaba volviendo loco, le abrazó por el cuello y le mordió los labios, para después lamerlos. -Métemela, Kai- Susurró.
-Por supuesto- Rió, agarró su propio miembro y presionó sobre la entrada que le recibió apretándolo con suavidad, D.O. apretó los ojos y se mordió los labios ya que le dolía, el moreno le besó con suavidad y siguió dándole cortos besos bajando por su moflete, pasando por su cuello y llegar a su oído -Tranquilo.-
La respiración del otro sobre su oreja le quemaba, tanto como lo que sentía en su interior. Pronto se acostumbró y movió sus caderas pidiendo más, el moreno se levantó, le agarró de
las caderas pegándolo mas al borde para tener mayor accesibilidad, comenzó a mover sus caderas despacio, la sensación apretada le hacía seguir con cautela, cuando sintió que estaba más relajado se empezó a mover más rápido.
El mayor no paraba de gemir, el sudor le recorría el cuerpo e incluso el pelo, el otro estaba en igual condición, su piel morena perlada en sudor le parecía exquisita, se fijó como resoplaba apretando sus dientes, esa expresión le encantó, además de parecerle jodidamente sexy, todo él, lo era. Le excitaba, demasiado.
-Ah, ah, más, más fuerte.- gritó mientras abría sus piernas aumentando la profundidad.
El moreno siguió con sus movimientos, cada vez con más intensidad, si había algo que le gustara era tener sexo con brusquedad y aquel chico se lo estaba permitiendo, aruñó sus muslos causando más jadeos y gemidos por parte de ambos, ya casi no podía aguantar más, el mayor le había dado mucha guerra y estaba en sus límites. -Kyungsoo...-
El nombrado entendió perfectamente.
-Sigue ah, ah, más- él también estaba a punto de explotar y así fue, con un par de estocadas mas, ambos llegaron casi a la misma vez. El moreno se separó y ayudó al otro a levantarse.
Ambos se vistieron con tranquilidad, aunque al mayor aun le costaba mantenerse en pie sin caerse ya que tenía leves efectos del alcohol.
Cuando estuvieron a punto de salir, el moreno le sujetó del brazo, lo atrajo y le besó, intensificando un poco, se separó y le sonrió.
- Espero que repitamos otro día.- Esas palabras resonaron por la cabeza de D.O. que aun se cuestionaba lo que acababa de pasar, sonrió nervioso y siguió al otro, Sehun les observó y no pudo evitar soltar una leve risita.
-¿Vamos a comprobar algo más, Kai?-
El jefe le miró y sonrió.
-No, ya podemos irnos, busca a Baekhyun y vayámonos.-
Kyungsoo, sintió de repente como todo le daba vueltas su vista se nubló, sintió unas manos sujetarle y una voz llamándole, pero todo se oscureció.