My love capitulo 3

Capitulo 3

La famosa fiesta de disfraces se celebraba en casa de un compañero del instituto al que llamaban Zico, su padre tenía dinero para dar y regalar, además de una casa enorme. Ese fin de semana sus padres no estarían, así que el travieso joven decidió aprovechar la ocasión para montar una fiesta por todo lo alto.

Cuando Shinwoo y Baro llegaron ya estaban ahí Gongchan y Jinyoung, se sorprendió al ver el disfraz de pirata de su amigo, llevaba unos pantalones marrones ajustados, una camisa blanca con volantes, una casaca larga, también llevaba un gorro y un cinturón con una pistola, además de un pendiente largo que le pareció que le quedaba muy sexy.

-¡Wooow! ¡Como mola hyung!- le dijo Baro.

-¡Jajaja! Gracias, es de Gongchan.- señaló al chico a su lado que iba de marinero y a Shinwoo de repente le dejó de gustar el disfraz.

-Ustedes también están muy guapos, les pega muchísimo.- comentó el más joven.

Jinyoung los observó, ambos iban vestidos de gánster, con un traje negro, camisa blanca, corbata y sombrero, además de un porta-pistolas a lo chaleco.


-Realmente les quedaba bien.-Pensó Jinyoung.


Baro fue directo a coger unas copas, incluso convenció a sus hyungs para que bebieran algo de alcohol, excepto a Gongchan a quien le dieron un refresco.


Una media hora después aparecieron Young Mi y Sandeul, captando todas las miradas, la chica iba con una bata y un traje de hombre, además llevaba un bigote, mientras que su amigo tenía una peluca pelirroja rizada con una cofia blanca sobre ella y un ajustado traje de enfermera, en la parte superior tenía una camisa de manga corta con una cruz roja en su pecho, en la parte inferíos llevaba una falda corta de color blanca con vuelos y un corto tul por debajo de esta del mismo color. Sí, había perdido la apuesta, Young Mi por su parte decidió vestirse de hombre para que todos pensaran que era una idea original y no juzgaran a su amigo, era una chica bastante popular así que no solían meterse con ella, así que se aprovechaba de ello para ayudar a su amigo, se acercaron a los chicos que los miraban sorprendidos y riendo.

-¡Hola guapa!- le dijo Shinwoo levantando la ceja sensualmente.

-Agh…déjame…- dijo Sandeul malhumorado y bajándose la falda.- Tener amigas para esto…

-Tú aceptaste la apuesta.- dijo la chica mirando de reojo a Baro.

Justamente la reacción que quería, el joven miraba a Sandeul de arriba abajo, prácticamente devorándolo con la mirada, parando en las zonas más sensuales de su cuerpo.

-Ah, así que es por eso. Pero, noona, ¿Por qué vas tú de hombre?- preguntó Gongchan.

-Porque hay mucho imbécil por ahí que se metería con mi querido amigo.- dijo dándole un beso en la mejilla aún mirando a Baro, quien se sorprendió al ver el gesto de cariño, sonrió victoriosa y se alejó a buscar a sus amigas dejando a su amigo con los chicos.


De repente apareció Zico llamando a Shinwoo.

-¡Hyung!! ¡¡Sal a bailar, venga!! ¡¡WOW!! Sandeul, que sexy– le dijo sonriendo.

El joven se sonrojó, la verdad es que Zico le parecía muy guapo, así que no pudo evitarlo, Baro lo notó y chasqueó la lengua un poco irritado.


El dueño de la casa agarró a Shinwoo obligándolo a salir a la improvisada “pista de baile” en su salón, todos sabían que era un as bailando y les encantaba que hiciera demostraciones de sus habilidades. Al principio se hizo de rogar, pero una canción que le gustaba mucho empezó a sonar y se dejó llevar, dejando sus pies resbalar por el suelo y su cuerpo moverse al son de la música.


Young Mi y sus amigas le observaban mientras reían.

-¡Waaa~ Shinwoo Oppa es muy sexy! Jinyoung Oppa, sal a bailar tú también.- le dijo una de ellas.

El nombrado se negó al principio pero entre Sandeul y Gongchan consiguieron hacer que se levantara, se quitó la casaca y se acercó a su amigo, sólo habían tomado una copa y par de chupitos pero no estaban acostumbrados a beber y se sentían algo contentillos.

-¡Hagan sus apuestas! ¿Quién es el mejor bailarín del insti?- decía Zico desde su micro, realmente sabía cómo animar una fiesta.

-Oye, si te empiezas a quitar ropa no vale.-dijo Shinwoo mientras se quitaba la chaqueta.

Jinyoung rió y empezó a mover sus caderas mordiéndose los labios inconscientemente, mientras su compañero de baile mostraba una sonrisa que le pareció sumamente sexy y se deslizaba hacia él. Cada vez se acercaban más haciendo movimientos sensuales que hacían volver locas a las chicas, cuando estuvieron suficientemente cerca juntaron sus caderas moviéndolas hasta rozarse, sabían que eso haría gritar más a sus compañeras, y así fue. Los gritos les animaron más y comenzaron a acercarse más, pero llegó un momento en el que se olvidaron de los demás y sólo se miraban entre ellos dos, sin darse cuenta habían caído cada uno en las sensuales redes del otro y se miraban atentamente, observando cada movimiento y cada expresión.

Gongchan se dio cuenta de la atracción mutua que sentían y se dio cuenta de que poco iba a poder hacer con Jinyoung mientras Shinwoo estuviera cerca, estaba cabreado, necesitaba despejarse, entonces vio a Sandeul rodeado de chicas y lo cazó al vuelo.

-¡Hyuuung!- le dedicó una sonrisa adorable, haciendo que se fijara en él.


- Ven conmigo por favor, que los otros hyungs me han abandonado.-

-¿Y yo qué?- se preguntó Baro mientras observaba la escena.


Sandeul no pudo resistirse a la ternura de su dongsaeng y se sentó a su lado, el menor empezó a hablar con él y mostrarle una actitud muy dulce, mientras que Baro no entendía porque Sandeul le reía todas las gracias, aunque este solía reírse de todo… pero no podía evitar pensar que estaban coqueteando. Entonces Gongchan se acercó y le susurró algo al oído, poniendo su mano sobre el muslo desnudo ya que la falda le cubría muy poco.


Baro lo miró frustrado -¿Acaso iba coqueteando con cualquiera?- Tomó lo que quedaba de su copa que era más de la mitad de golpe mientras seguía mirando la escena apretando sus dientes.

-¡Hola! ¡Sandeul!- dijo un chico con gafas de pasta.

-¡Hyung!- saludó al joven.

Era Taeil, el primo de Zico que había estudiado en su mismo instituto, ahora ya iba a la universidad pero era igual de gamberro que su primo. Intercambiaron algunas palabras hasta que el mayor le pidió un favor.

-¿Puedes llevarme estas cajas a la habitación del final del pasillo? Es que creo que mi primo me llama.- dijo mientras volteaba su cabeza buscándolo con la mirada.

-Claro.- Sandeul intentó coger las dos cajas pero no pudo con ambas así que Gongchan intentó ayudarle, pero Baro le cortó el paso y cogió ambas yendo hacia la sala que había indicado Taeil.

El pato intentó impedirlo insistiéndole en que le diera una, pero sólo fue ignorado hasta que llegaron al cuarto, el que cargaba soltó las cajas sin ninguna delicadeza y se escucharon cristales rotos por lo que Sandeul se preocupó y miró el interior de las cajas que por suerte sólo tenía botellas vacías. Baro lo esperó en la puerta y vió lo corta que le quedaba la falda, estaba algo inclinado así que no pudo evitar fijarse en sus piernas y en su culo ya que se veía perfectamente sus boxers, se mordió el labio inferior y cerró la puerta con pestillo. El portazo hizo que Sandeul se girara.

-¿Baro?- le nombró preocupado por la seria expresión de su compañero.

-¿Cómo se te ocurre vestirte así? ¿No te da vergüenza?- Le dijo con mirada desafiante mientras se acercaba y se mordía los labios.

-Ah… fue Young Mi…- Sandeul retrocedió, sentía que Baro le iba a pegar o algo por el estilo.

-No me mientas, seguro que te van esas cosas también.-seguía avanzando.

-¿Qué? No… yo me siento a gusto siendo hombre… esto es sólo por…-titubeaba. -¡Estúpida Young Mi!- gritó en su mente.

-Lo que no esperaba era que ligaras con el primero que se te aparece.- suspiró.- ¿Te gusta Gongchan?

-¿CÓMO?- dijo boquiabierto y chocó contra la pared.

Baro se apoyó con una mano en la pared poniéndose casi sobre Sandeul mientras con la otra mano aflojaba su corbata. Su mirada era penetrante y parecía enfadado, el chico le miraba asustado, hasta que sonrió travieso.

-Bien, te daré un poco de tu “medicina”.- le susurró antes de morderse el labio inferior.

Pasó su mano sobre el muslo desnudo y subió hasta su trasero, agarrándole con fuerza y acercando sus cuerpos. Colocó una pierna entre las suyas, haciendo que la falda se levantara un poco y sujetó su cara con una mano, le mantuvo la mirada, disfrutando de la confusión del chico y se abalanzó sobre sus labios besándole apasionadamente, explorando su boca con su lengua, cuando notó que ya no oponía resistencia empezó a quitarse la chaqueta y se deshizo de la corbata, el gorro cayó por sí solo. Sin dejar de besarle, recorrió su muslo interior sin dejar de subir metiendo la mano bajo la falda hasta topar con el miembro semi-erecto y se excitó al escuchar un leve gemido salir de aquel chico, pero había algo que le molestaba y no sabía el que, se separó y por fin descubrió que era, le arrebató la peluca y la tiró al suelo con rabia asustándole.

-Me pones más como hombre.- le dijo con voz grave volviendo a acercarse.

Acto seguido volvió a devorar sus labios, besándolos y mordiéndolos. Le levantó la pierna y agarró la otra queriendo hacer lo mismo, Sandeul lo entendió y dio un pequeño salto rodeando la cintura de Baro con sus piernas, y éste lo apoyó contra la pared, sin dejar de besarlo. Comenzó a desabotonarle el traje y lo llevó hasta una mesa recostándolo sobre ella, se incorporó un poco y desabrochó su propia camisa, observando al chico acostado mirándole con deseo, se dio cuenta de que la falda estaba casi por encima de las caderas y pudo notar su erección bajo la ropa interior del joven el cual trató de bajar la prenda avergonzado pero Baro detuvo sus manos y se agachó recorriendo descaradamente con su lengua la silueta de aquel bulto, haciendo que Sandeul echara su cabeza hacia atrás mientras gemía de placer. Cambió su lengua por su mano moviéndola de arriba abajo por encima de la ropa interior, Sandeul no paraba de gemir mientras se tapaba la boca con la mano, Baro comenzó a morderle el cuello subiendo hasta su oreja.


-Tus gemidos son muy sexys.- Sandeul se estaba volviendo loco extendió sus brazos y atrapó a Baro obligándole a besarle profundamente, mientras sus labios y lenguas jugaban llenas de lujuria, Sandeul se sentó en el borde de la mesa y entrelazó sus piernas alrededor de la cintura de Baro haciendo el contacto más intenso. Baro desabrochó su propio pantalón dejando ver su ropa interior negra y su notable erección que comenzó a frotar contra el otro, comenzó a gemir mientras se movía lentamente y agarró por la cintura a Sandeul .


-Ah… ah, quiero sentirte más…- Dijo Sandeul entre gemidos, Baro se separó un poco y le bajó lentamente la ropa interior al otro dejándolo al descubierto, estaba apoyado en la mesa con las piernas algo separadas y con la corta falda doblada dejando ver su miembro excitado.


Baro lo miró de arriba abajo y se mordió los labios sensualmente, Sandeul se sonrojó y bajó un poco la tela para cubrirse. Baro comenzó a bajar su ropa interior mientras se acercaba mirándole profundamente a los ojos, sonrió levemente y le acarició el rostro volviéndole a besar suavemente para después morder sus labios, le agarró por las caderas y se pegó lo mas que pudo a Sandeul, el cual gimió al sentir el contacto de sus duras entrepiernas. Le agarró el miembro de y comenzó a masturbarlo suavemente mientras observaba la cara de placer de su ahora amante.


Sandeul tenía los ojos entrecerrados pero podía observar como Baro lo miraba, se mordió los labios y atacó su cuello mordiéndolo levemente haciéndole suspirar.


-Mas…rápido.- Le susurró en el oído suplicando más, Baro cogió la mano derecha de Sandeul y lo llevo a su entrepierna.


-Yo también quiero que me toques.- Sonrió pícaro y aumentó la velocidad de su mano haciendo que Sandeul gimiera descontroladamente, pero este también comenzó a masturbar a su compañero de la misma manera que se lo hacía a él. Ambos gemían sin parar y de vez en cuando juntaban sus labios en un profundo y desesperado beso pero la falta de aire no les permitía mucho mas. Poco a poco se fue aproximando el clímax siendo Sandeul el primero en llegar con un gemido ahogado seguido por Baro que se mordía los labios pero no pudo evitar suspirar.


Ambos pararon casi al mismo tiempo, Baro apoyó su cabeza contra la de Sandeul agitado aun.


-Necesitamos papel…- Dijo Sandeul mientras reía seguido por Baro.


-Si…- Miró alrededor y vio un paquete de pañuelos en una estantería, se subió los pantalones y su ropa interior como pudo y cogió el paquete ofreciéndole pañuelos al otro.


Ambos se limpiaron en silencio y se vistieron, Sandeul observó a Baro y este le sonrió, se aceraron a la puerta y justo cuando Baro iba a abrir Sandeul le interrumpió.


-Baro…- El nombrado se giró encontrando al chico cabizbajo.


-¿Qué te pasa?- Baro se acercó y le acarició el rostro haciendo que Sandeul le mirara.


-Te amo.- Le dijo encarándolo, Baro se sonrojó y le temblaron levemente los labios. -Me gustaría… que fuéramos pareja o algo así…-Dijo algo tímido, Baro le abrazó suavemente y le besó la mejilla.


-Esto que acaba de pasar… no quiero que pienses que te he utilizado, pero no estoy seguro de lo que siento…-


-Sí, lo entiendo.- Sandeul miró hacia un lado algo molesto.


-Sandeul…-Baro le miro apenado y Sandeul volvió la mirada encarándolo, Baro se acercó y besó sus labios suavemente mientras lo abrazaba con ternura, Sandeul cerró los ojos y sentía que su corazón iba a explotar, se separaron y rieron tontamente. Baro abrió la puerta y salieron de aquel cuarto.






Jinyoung y Shinwoo habían vuelto de bailar y estaban de pie junto a Gongchan, cuando vieron llegar a Sandeul y Baro.

-Hey, nosotros nos vamos ya, que la cosa empieza a desmadrarse.- dijo Shinwoo mirando hacia Zico y Taeil que bailaban con otros cinco chicos como si fueran gorilas.

-Yo también me voy entonces.- dijo Sandeul.

-¿Dónde está tu peluca hyung?- le preguntó Gongchan.

Sandeul se llevó las manos a la cabeza comprobando que no la tenía, entonces recordó que Baro se la había quitado “Me pones más como hombre” recordó esas palabras y se sonrojó. Gongchan también notó que Baro desviaba la mirada algo tenso. Caminaron juntos hasta un cruce donde Shinwoo, Gongchan y Jinyoung se despidieron de los otros dos.

-Hyung, tu casa está por aquí, ¿vas a acompañarles y volver solo a estas horas?-

-No, esta noche me quedo en casa de Jin.

Gongchan no sabía eso así que de repente se sintió de mal humor, se volvieron a despedir siguiendo su camino.




Baro y Sandeul llegaron hasta la casa del pato, no habían hablado en todo el camino, así que Sandeul se despidió con un leve “Hasta el lunes.” Baro lo miró, sintiéndose culpable por el semblante triste del joven, se acercó a él y le dio un beso en la frente.

-Buenas noches.- le dijo con una cálida sonrisa.

Sandeul sintió que sus mejillas ardían y su corazón se le iba a salir, le devolvió una sonrisa nerviosa y entró en casa, yendo directo a su cuarto para dejar caer todo su peso sobre la cama, estaba agotado, demasiadas emociones para una sola noche.




Cuando llegaron a casa de Jinyoung, Gongchan se fue a preparar algo de comer y Shinwoo y Jinyoung fueron a preparar el cuarto.

-No creo que quepa otro colchón aquí.- dijo Shinwoo mirando el poco espacio de suelo libre que quedaba.


-Bueno, Gongchan puede dormir conmigo.- comentó Jinyoung.

-¿Contigo? ¿En tu cama?- el más alto se alteró un poco.

-No te escandalices, hombre.- dijo riendo.

Shinwoo bajó la mirada algo avergonzado.

-Hoy molamos mucho.- dijo Jinyoung lanzándole una mirada a su amigo.

-Sí, aunque tú no tanto como yo.- bromeó Shinwoo.

Jinyoung volvió a reír y empezó a bailar de nuevo, a lo que su amigo se le acercó haciendo movimientos de cadera similares, Shinwoo le miró y levantó una ceja, algo que a Jinyoung le pareció muy sexy, pero ¿por qué pensaba esas cosas? Cada vez estaban más cerca, Jinyoung se mordió el labio inconscientemente y Shinwoo sintió la necesidad de acercarse más. Cuando sus cuerpos se rozaron Shinwoo sintió el tacto de Jinyoung en su entrepierna y vio que algo iba mal, se separó intentando disimular y se apoyó en el escritorio.

-¿Qué pasa? ¿Te encuentras mal?- preguntó Jinyoung preocupado.

-No, no me pasa nada.- dijo intentando que no notase lo que ocurría bajo sus pantalones.

Jinyoung se le acercó y Shinwoo puso su mano sobre su miembro para ocultar el bulto.

-¿Seguro?- se puso frente a él examinándolo.- Je… tu y yo no estamos acostumbrados a beber, yo también me siento algo mareado.- le sonrió y le agarró la mano que tenía sobre su entrepierna.

Jinyoung al principio no se dio cuenta, pero apretó la mano de su amigo y notó algo duro bajo esta. Abrió los ojos sorprendido, Shinwoo apretó sus labios al notar el roce, pero Jin no se separó. Sintió curiosidad y pasó su mano bajo la de su amigo, notando la erección en su palma, no sabía por qué lo hacía pero no se detuvo y Shinwoo tampoco hizo nada para impedirlo. Se miraron a los ojos algo confusos, el más alto puso su mano sobre la de su amigo presionándola un poco haciendo que su pulso se disparara, volvió a sentir una presión pero esta vez era Jinyoung quien apretaba por voluntad propia y poco a poco empezó a masajear la erección sin dejar de mirarlo sintiendo como algo crecía en sus propios pantalones. Shinwoo lo atrajo hacia él dejando sus rostros muy cerca y llevó su mano a la entrepierna de Jinyoung, haciendo que éste se estremeciera y comenzando a masajearla también.


Cada vez se oía más el sonido de sus respiraciones y sus rostros empezaban a reflejar placer y deseo, se acercaron más en busca de un contacto entre sus labios cuando entró Gongchan. Se separaron bruscamente, Shinwoo levantó su pierna para disimular el bulto y Jinyoung se dio la vuelta, y aunque el menor sabía perfectamente lo que estaban haciendo, se hizo el loco y les ofreció unos pasteles. Poco después se fueron a la cama, Jinyoung y Shinwoo no sabían muy bien que había pasado, ni siquiera se lo podían creer.


Shinwoo recapacitó sobre ello, Jinyoung y él siempre estaban juntos y aunque tenían más amigos, su relación era más íntima que con los demás, hasta que llegó Gongchan y parecía que él no era el único, pero ¿qué había de malo en que su amigo tuviera tan buena relación con otra persona? Mientras no le ignorase a él no debería haber problema. Sin embargo no lo soportaba, ¿sería porque Gongchan estaba enamorado de él? Nunca antes se había preocupado por las novias de Jin ya que eran chicas con las que salía por probar y casi no pasaba tiempo con ellas, pero con el menor estaba siempre y encima se planteaba si le podría gustar un chico… bueno, más bien se planteaba si le podía gustar Gongchan, pero si había una posibilidad de que le gustara Gongchan, ¿por qué no le podía gustar él también? Shinwoo se sorprendió por sus propios pensamientos, ¿Acaso quería a Jinyoung más que como un amigo





El fin de semana acabó sin que ninguno de los dos nombrara el incidente y volvieron a la rutina del lunes, aunque Shinwoo no estaba en el parque, de nuevo. Gongchan vio la expresión decepcionada y triste que se mostraba en el rostro de Jinyoung mientras se columpiaba ligeramente, le cogió de la mano.
-Hyung…- Jinyoung lo miró.- ¿Has pensado en lo que te dije?
El mayor no supo que responder, ahora tenía su mente más bloqueada que antes por lo que había pasado con Shinwoo y es que, sería fácil echarle la culpa al alcohol y olvidarse de todo, pero en el fondo sabía que la bebida no era la causante, además no habían tomado tanto. Tal vez sí le gustaban los hombres… No lo sabía y tampoco tenía manera de descubrir que era lo que le pasaba a esa loca cabeza suya y mucho menos a la de su amigo. Gongchan maldijo al estúpido de Shinwoo por no atreverse a aceptar sus sentimientos, la persona a la que quería estaba sufriendo por culpa de ese cuatro-ojos. Bien, haría que Jinyoung se olvidara de él.
-Hyung, debes estar confundido. Tal vez deberíamos tener una cita.
Jinyoung se puso algo nervioso.
-¿Una cita?
-Sí, salimos los dos solos al cine, por ejemplo. Ves si te gusta la experiencia… y a lo mejor así puedes aclararte un poco.
Jinyoung lo meditó un poco, no perdería nada por intentarlo.
-Está bien, tengamos una cita.- le sonrió.- Te dejaré elegir a donde vamos.
-Genial!- el menor se levantó y abrazó a su hyung.
Después de un rato, ambos se levantaron y siguieron su camino al instituto. Poco después salía Shinwoo de la casita bajo el tobogán, había entrado ahí recordando los garabatos que dibujaron cuando Jinyoung y él jugaban de pequeños, y la calidez del pequeño habitáculo había hecho que se quedase dormido, cuando despertó vio a sus amigos en los columpios. “Está bien, tengamos una cita” había dicho Jinyoung, impidiéndole salir del pequeño rincón, y acto seguido Gongchan le abrazaba. No pudo tener el valor de salir hasta que los otros dos se fueron ¿Una cita? Eso significaba que estaban saliendo… Comenzó a caminar a la escuela pensando en porque había hecho aquello la otra noche si le gustaba Gongchan ¿Tan borracho estaba? Bueno, eso no importaba, debería alegrarse si sentía algo por él y era correspondido, si estaba con alguien y era feliz con él… No, Jinyoung había jugado con él y ahora salía con Gongchan, ¿de qué iba? O había engañado al pequeño o le había usado a él para “experimentar”, y ninguna de las dos cosas le gustaba lo más mínimo. Apretó los dientes y sin poder contenerse dio un golpe seco en la valla del parque, provocando un estruendo que asustó a dos estudiantes que pasaban cerca, las jóvenes observaron como la intimidante figura del chico seguía su camino sin siquiera girarse a verlas.
Jinyoung ya estaba sentado en su mesa hablando con un compañero cuando entró Shinwoo en la clase, acababa de tocar el timbre pero el profesor aún no había llegado.
-Hey! Pensé que ya no vendrías.- le saludó.
-Me quedé dormido.-
A Jinyoung le extrañó el tono seco esa respuesta, pero antes de poder decir nada el profesor entró pidiendo silencio. Entre clase y clase Shinwoo aprovechaba para hacer unos ejercicios que había olvidado que tenía que entregar a última hora, lo cual agradeció porque tenía una excusa para no hablar con Jinyoung. Cuando tocó la sirena Shinwoo se despidió de Jinyoung diciendo que tenía un entrenamiento importante y se fue sin dejarle decir una palabra.
Jinyoung sólo podía pensar que lo de la otra noche le había molestado, así que decidió que en cuanto pudiese le daría una disculpa diciendo que todo se debía al alcohol y no había que darle más importancia, sin embargo, se sintió algo triste por tener que poner esa excusa. Intentó olvidar el tema y concentrarse en disfrutar de la cita que tendría esa tarde con Gongchan así que lo fue a buscar. El menor estaba esperándolo en la entrada del instituto, lo recibió con un abrazo y fueron a comer juntos para después ir al cine.
La verdad es que se lo había pasado muy bien, pero no se sentía como si Gongchan y él pudieran ser algo más que amigos. Cuando ya volvían a casa el menor se atrevió a tocar el tema tabú.
-Hyung ¿qué hay entre Shinwoo hyung y tú?-
Jinyoung se quedó sin habla, Channie los había visto aquella noche y se había dado cuenta, creía que se moriría de vergüenza.
-Yo…- suspiró.- No sé… lo de la otra noche habíamos bebido… tal vez… No, seguro que sólo fue eso -dijo agitando la cabeza.- No quiero darle más vueltas al tema, además a Shinwoo le molestó, así que mejor olvidarlo.
Gongchan pensó en lo idiota que era Shinwoo de nuevo.
-¿Te gustó?
Jinyoung se sonrojó, el menor ya sabía la respuesta pero se le había ocurrido un plan.
-Eh… yo… -titubeaba Jinyoung.
-Si no estás seguro, tal vez deberías de repetir una experiencia similar…- le dijo con una mirada sensual.
Jinyoung volvió a sonrojarse, se estaba poniendo muy nervioso, así que Gongchan comenzó a reír para relajar el ambiente y Jinyoung también se rio, ya estaban en la puerta de su casa, así que entraron entre risas y bromas.